Ayer hice una remesa de nada más y nada menos que 40 empanadillas japonesas o gyoza, ギョーザ o ギョウザ, como se llaman. Es muy entretenido hacerlas para el que de verdad disfruta de cocinar y trabajar con las manos. Estas empanadillas recuerdan a los ravioli italianos y al wanton, pero son más gruesas y alargadas. En China y en Corea también son muy populares y se llaman Jiaozi, 饺子 y mandu 만두 respectivamente, pero en los japones destaca más el sabor a ajo. Hoy os traigo uno de los rellenos más tradicionales en Japón, junto con la salsa tradicional con la que se acompañan. ¡Que los disfrutéis!
Para las empanadillas:
- 25 obleas de masa para gyoza (de venta en tiendas asiáticas)
- 250 g de picadillo de carne de cerdo
- 200 g de repollo o col blanca (unas 3 hojas)
- 5 cebollinos o cebolletas
- 2 dientes de ajo
- 1/2-1 cucharada de jengibre fresco picado
- 1/2-1 cucharadita de sake o, en su defecto, vino blanco
- 1/2-1 charadita de salsa de soja
- 1/2 cucharadita de aceite de sésamo
- Un toque de pimienta negra
- Opcional: 1 cucharada de caldo de pollo en polvo (condimiento chino)
- Aceite vegetal
Para la salsa:
- 3 cucharadas de salsa de soja
- 1 cucharada de vinagre de arroz
- 2 gotitas de aceite de sésamo
- Opcional: El aceite de sésamo puede ser de sabor a chili o podemos añadir 2 gotitas de tabasco.
La preparación:
1. Retiramos el nervio central de las hojas del repollo. Ponemos agua a calentar a fuego vivo y cuando rompa a hervir, escaldamos las hojas de repollo durante 3 minutos. Las sacamos del agua y las escurrimos bien. El agua de cocción la podemos aprovechar como base para un caldo de verduras.
2. Picamos el cebollino, el repollo, el ajo y el jengibre.
3. Lo mezclamos todo con la carne y añadimos el sake o el vino, el aceite de sésamo, la salsa de soja, la pimienta y el caldo de pollo en polvo. Lo mezclamos amasando con las manos para que el repollo y el cebollino se integren en la masa.
3. Lo mezclamos todo con la carne y añadimos el sake o el vino, el aceite de sésamo, la salsa de soja, la pimienta y el caldo de pollo en polvo. Lo mezclamos amasando con las manos para que el repollo y el cebollino se integren en la masa.
5. Nos mojamos el dedo en agua y humedecemos todo el borde. Doblamos hacia arriba consiguiendo una media luna. Hacemos un pliegue en el centro y vamos cerrando con pliegues a derecha y a izquierda. Tiene que quedarnos una cresta arriba y una base plana.
* Se pueden cocinar a la plancha, al vapor, fritos... Pero hoy seguiremos el método de preparación más popular: a la sartén con final al vapor, para que la base quede crujiente y la parte de arriba blanda.
6. Calentamos aceite vegetal en una sartén; no hace falta una piscina, sólo lo suficiente para cubrir la superficie. Calentamos el aceite e introducimos los gyoza con la base sobre la sartén. Cuando la base esté dorada (sin quemarse), añadimos medio vaso de agua y cubrimos para que se terminen de cocer al vapor. Aproximadamente 3 minutos de freír y 2-3 minutos al vapor. Después los ponemos sobre papel absorbente para que se sequen un poco y en seguida los pasamos a una bandeja para que no se peguen al papel.
7. Se mojan en una sencilla salsa para la que mezclamos la salsa de soja, el vinagre de arroz, el aceite de sésamo y el tabasco. Batimos con un tenedor para que se mezclen los sabores y listo.
8. Si hacemos de más, las guardamos en un recipiente hermético. Si tenemos suficiente para 2 niveles, ponemos papel de hornear entre el primer piso y el segundo. Sobre todo si los vamos a congelar.
¡Buen provecho!