Bueno, bueno, ¡nos vamos a Österreich! Es decir, a Austria. Y no las tenía yo todas conmigo, porque estoy viviendo temporalmente en un piso de alquiler y no tengo ni mi cocina, ni mis aparatos, ni nada. Tengo la vitro, un plato hondo y un par de cubiertos. Pero como además no voy a estar aquí más que unos meses, tampoco tengo una despensa muy bien equipada que digamos. Aún así, no me quería perder el viaje de este mes con Cocinas del mundo, así que aquí estoy con estos sencillos crepes austriacos ;) Y gracias a mi amigo Carlos por prestarme su cocina =D
Estos crepes gruesos se llaman Kaiserschmarrn, es decir, los crepes del emperador, y van rellenos de pasas con ron, animados con esencia de vainilla y ralladura de limón y espolvoreados con azúcar glas. Antes de servirlos se rompen en pedazos del tamaño de un bocado y lo tradicional es comerlos tal cual, pero hoy en día, muchos los acompañan de frutas frescas o mermelada.
Con estas cantidades salieron 3 buenos crepes de un diámetro de unos 15-20 cm de diámetro (Con uno comen 2 personas):
- 2 cucharadas de pasas
- 2 cucharadas de ron
- 6 huevos
- 300 g de harina
- 500 ml de leche
- 50 g de azúcar
- 1 pizca de sal
- 1-2 gotas de esencia de vainilla
- La ralladura de la piel de 1 limón
- Mantequilla
- Azúcar glas
La receta:
1. Lo primero de todo es poner las pasas a remojo en el ron para que se empapen. Un buen truco es darles 30 segundos en el microondas. Se ablandan y se evapora el exceso de alcohol.
2. Separamos las yemas de las claras. Batimos las yemas con el azúcar y la sal hasta que espese. Añadimos la leche y la vainilla.
3. Entonces vamos incorporando y mezclando poco a poco la harina. Después añadimos las pasas (sin el exceso de ron).
4. Batimos las claras a punto de nieve y las incorporamos con delicadeza a la mezcla de yema y harina para no perder aire en la mezcla.
5. Calentamos una cucharada de mantequilla y echamos un cazo de la masa a la sartén. Tened en cuenta que estos crepes son bastante gruesos. Tapamos la sartén y le damos unos 5 minutos a fuego medio-alto, hasta que se despeguen los bordes sin dificultad y tenga buen color dorado por bajo. El centro debe estar más o menos firme, aunque no cuajado.
6. Entonces sacamos en un plato como si fuera una tortilla, calentamos otra cucharada de mantequilla, devolvemos el crepe a la sartén por la otra cara y esperamos 3-5 minutos más.
7. Cuando ya esté hecho, retiramos la sartén del fuego y rompemos el crepe con la espátula en pedacitos rectangulares que se puedan comer en un bocado.
8. Servimos, espolvoreamos con azúcar glas y acompañamos de lo que nos apetezca, en mi caso frambuesas frescas.
¡Buen provecho!
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Bergua*