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domingo, 16 de octubre de 2016

Plátano macho relleno (Wallis y Futuna)


Este mes nos vamos a Wallis y Futuna (Polinesia francesa) con Cocinas del mundo. Investigando recetas del Pacífico, he encontrado mucho tartar y ceviche, pero no me apetecía nada "crudo", así que cuando di con esta receta, mi vikingo me dijo que quería probarla y ya no hubo más que hablar.


En honor a la verdad, me decepcionó. Es decir, está buena, nos lo comimos todo, pero me esperaba un sabor más exótico, como se consigue al cocinar con plátano, pero al ser plátano macho (o banano), el sabor resultante no es dulzón ni especial. 
La receta la saqué de aquí, la autora estuvo allí de viaje y cuenta que estos plátanos eran una guarnición habitual. Yo hubiera cambiado un poco la receta, por ejemplo hubiera cocinado la cebolla con la carne, pero decidí por una vez respetar la elaboración original tal y como es. Salió bien, aunque no me entusiasmara personalmente. En cualquier caso, aquí la comparto:

  • 4 plátanos macho (o banano)
  • 200 g de picadillo (el mío mezcla de cerdo y ternera)
  • 1 cebolla
  • 1 huevo
  • Sal y pimienta
  • Aceite


La preparación:

1. Calentamos una cucharada de aceite en una sartén y cocinamos la carne picada casi del todo (se terminará en el horno). Reservamos.

2. Cortamos los plátanos a lo largo por la mitad y con ayuda de una cucharilla los vaciamos sin romper la piel de las vainas. Reservamos las vainas.


3. Lo siguiente es hacer un puré con el plátano. Suena fácil, pero es dificilísimo; la carne del plátano macho es firme y áspera en crudo. Yo recurrí a una batidora y aún así me costó esfuerzo.


4. En un cuenco mezclamos la cebolla picada, el puré de plátano, la carne, el huevo batido, sal y pimienta. Mezclamos bien para que el huevo lo impregne todo.


5. Entonces rellenamos las pieles de plátano con la mezcla que hemos hecho. En la Polinesia se envuelve cada mitad de plátano en hojas de banano. Yo lo que hice fue cubrir el recipiente con papel de plata para evitar que se quemara el exterior.


6. Le damos 45 minutos a 180º en el horno precalentado y listo.


¡Buen provecho!

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sábado, 8 de octubre de 2016

Taco vegano de lentejas y avellana


¿Cuántas veces a la semana comes legumbres? Muchas de las recetas tradicionales de legumbres son de cocción lenta y por eso pueden no resultar muy prácticas para el día a día, pero hay muchas alternativas; no tenemos porqué renunciar a las legumbres cuando vayamos con más prisa. Este taco vegano se prepara en 10 minutos y nos aporta todo lo bueno de las legumbres. 
¿Por qué es importante no olvidarnos de las legumbres? Porque son un alimento muy nutritivo y una fuente ideal de proteína vegetal, hierro y fibra; además son bajas en grasa. Deberíamos tratar de comerlas al menos 2-3 veces por semana, si alternamos con carne, pescado o huevos, es decir, unos 60-80 g de legumbres por semana para adultos (un poco menos para niños y ancianos). Es importante saber que son pobres en aminoácidos esenciales y les sacamos mayor partido combinándolas con cereales como el arroz.


Para el paté crudi-vegano de lentejas y avellana:
  • 1 bote de lentejas, en mi caso 225 g netos (escurridos)
  • 1 diente de ajo grande
  • 1 cebolleta
  • 1 cucharadita de comino molido
  • 1/2 cucharadita de pimentón dulce
  • Zumo de 1/2 lima o limón
  • 1 cucharada de tahini (pasta de sésamo; si no encontramos, la mantequilla de cacahuete nos puede sacar del apuro)
  • 1 rodajita de jengibre fresco
  • 25 avellanas crudas con o sin piel
  • 1/2-1 dl agua fría
  • 3-5 cucharadas de aceite de oliva
  • Sal y pimienta
Para los tacos:
  • Salsa de tomate y jalapeño
  • Pepino
  • Aguacate

La preparación:

1. No tiene complicación. Empezamos con el paté. Enjuagamos y escurrimos las lentejas y las echamos al vaso de la batidora. Añadimos entonces el ajo, el jengibre, las avellanas, la cebolleta en trozos, el comino, el pimentón, sal y pimienta, el zumo de lima o limón y el tahini. Echamos inicialmente 3 cucharadas de aceite y 1/2 dl de agua fría. Batimos bien.



2. Probamos y rectificamos hasta lograr la consistencia y el sabor que queramos. Podemos añadir más agua, más aceite, más especias... Tiene que quedar con una textura de paté de campaña, pero menos fino, por los trocitos de avellana. 


3. El orden de montaje se puede variar, pero yo aproveché la textura de crema del paté para ponerlo de base en el taco. Sobre el paté servimos la salsa de tomate y jalapeño; en este caso es comprada pero no contiene más que tomate, jalapeño, cebolla, vinagre y alguna especia.



4. Clavamos rodajitas de pepino y aguacate y rociamos con limón o lima. También podemos chafar el aguacate como si fuera guacamole y añadir una capa de sobre la salsa de tomate. Añadimos algún grano de maíz que no se caerá porque tanto el paté como la salsa harán que se peguen.


¡Y listo! La textura cremosa del relleno queda genial con el crujiente del taco en sí. Aquí os dejo más ideas para comer legumbres: Las legumbres quieren ser tus amigas.


¡Buen provecho!

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