Páginas

lunes, 29 de mayo de 2017

Albóndigas de calabacín con polenta al tinto


Este plato vegetariano es de inspiración italiana y, sinceramente, el invento quedó muy muy rico. Mi vikingo acabó con el estómago que parecía que estuviera de unos cuantos meses, y es que este plato está tan bueno, que no se pudo contener y comió hasta que no quedó nada.
Es fácil hacer cambios, por ejemplo, se pueden servir las albóndigas con pasta en lugar de polenta, o se pueden variar las especias de las albóndigas, también se puede hacer la salsa de tomate casera si se tiene tiempo... Eso ya, como quiera y pueda cada uno, pero a mí me parece que tal y como os la presento hoy, queda deliciosa de verdad. Para unas 20 albóndigas y polenta con salsa para dos personas (Yo guardé 10 albóndigas para un día y 10 para otro):

Para las albóndigas:

  • 4 calabacines
  • 1 huevo
  • 250 g de queso ricotta
  • 100 g de pan rallado
  • 15 hojitas de albahaca fresca
  • 1 cebolla mediana
  • 3 dientes de ajo
  • Sal y pimienta al gusto
  • 1/2 cucharadita de romero en seco (también se puede probar otro día con orégano, perejil, hierbas provenzales...)
  • 1 cucharada de aceite de oliva 
Para la salsa al tinto:
  • 300 g de salsa de tomate para pasta, una que nos guste.
  • 1 dl (10 cl) de vino tinto
Para la polenta:
  • 100 g de polenta (50 g por persona)
  • 500 g de agua para empezar (la proporción siempre es 1 de polenta a 3 de agua., pero ya veréis que no es suficiente)
  • Sal gorda
  • Opcional: 50 g de parmesano

La preparación:

1. La parte de las albóndigas es bien sencilla: primero lavamos y despuntamos los calabacines, después los rallamos. 

2. Lo siguiente es deshacernos del exceso de agua del calabacín rallado; para eso añadimos 1/2-1 cucharada de sal gorda al calabacín y lo dejamos reposar un rato, preferiblemente 15-20 minutos. Después lo vamos a estrujar con las manos; podemos usar una malla de cocina o cualquier utensilio con agujeros pequeños, como esta bandeja para cocinar al vapor.


3. Con la cebolla, el ajo y la albahaca, vamos a hacer un puré. Pero sin ingredientes líquidos/húmedos, es difícil triturar, así que echamos al vaso de la batidora también una cucharada de aceite y dos cucharadas del queso ricotta y lo trituramos todo hasta que no queden trozos.


4. Entonces mezclamos en un cuenco: el puré de cebolla, el resto de ricotta, el calabacín escurrido, el huevo, el pan rallado, el romero seco y pimienta al gusto. Al mezclar nos aseguraremos de que el ricotta y el huevo se extiendan por todo.


5. Y ya toca formar las albóndigas; tomamos un poco de la masa y formamos con las palmas de las manos una pelota del tamaño de una pelota de golf aproximadamente. Yo hice 20. Hacedlas prietas; yo no apreté lo suficiente el día de las fotos y luego se me aplanaron un poco.

6. Finalmente vamos a cocinar nuestras albóndigas en el horno precalentado a 200º durante 30-40 minutos, hasta que tengan algo de colorcillo. Ah, acordaos de darles la vuelta a mitad de cocción.


¡Y hasta aquí las albóndigas! 

Sigue leyendo si quieres probarlas en la deliciosa combinación de polenta, parmesano y salsa de tomate con vino tinto.


7. Mientras tanto preparamos la polenta. Ponemos el agua a hervir con sal gorda; un poco más del agua necesaria por si hubiera que añadir a medio proceso. 

8. Cuando esté hirviendo, incorporamos la polenta poco a poco y en forma de lluvia para que no se formen grumos. Es importante no dejar de remover para que no se peque y añadir agua cuando se esté quedando seca. El tiempo dependerá de la marca, leedlo en vuestro paquete, pero suelen ser 5-10 minutos con la instantánea; mientras que la tradicional lleva 40 minutos.


9. También tenemos que preparar la salsa, pero no tiene complicación ninguna. Ponemos la salsa de tomate y el vino en un cazo, removemos y subimos a fuego medio-alto para que el alcohol se evapore. Y ya está, normalmente sobra con 5 minutos, pero es cuestión de  remover de vez en cuando y probarlo para asegurarse de que no sepa a alcohol crudo.

10. En cada plato servimos un cucharón de polenta, entonces una cucharada de parmesano rallado, luego otro cucharón de polenta y ya distribuimos 4-5 albóndigas por el plato. Rociamos con la salsa y, como toque final, espolvoreamos con una pizca más de parmesano. ¡A disfrutar!



¡Buen provecho!

¡Sígueme en facebook! 
https://www.facebook.com/berguaricoysano




Bergua*




No hay comentarios:

Publicar un comentario