El otro día se me ocurrió que un buen ratatouille casero se podría convertir en una especie de pesto cremoso de verduras. Y no me podía quedar con las ganas de probarlo, así que, aquí lo tenéis; ratatouille untable. La entrada de hoy es un poco larga, pero es una receta muy fácil y os juro que vale la pena.
Es un invento fenomenal; el resultado es una crema suave a la par que sabrosa y rica en vitaminas; es una buena forma de comer verduras, incluso si no te entusiasma alguno de los ingredientes, como me pasa a mí con la berenjena.
Se puede comer tal cual untado en pan, con queso, en hojaldre... Incluso como crema de verduras, si se cuece con un poquito de agua o caldo. La verdad es que está tan buena que sirve para disimular cualquier otra verdura; coliflor hervida o asada, por ejemplo.También queda delicioso con unas vieiras con limón, y esa es la receta que os cuento a continuación.
Con estos ingredientes, salen unos 800-900 gramos de crema de raratouille; lo que no nos comimos untado en pan, lo reservé para hacer un plato de pasta con salsa cremosa de ratatouille.
Para el ratatouille:
La preparación:
1. Antes que nada, vamos a hacer que la berenjena sude para que no amargue el plato. La cortamos en daditos (sin pelar) y la ponemos a remojo en un recipiente medio cubierta de agua con media cucharada de sal gorda. Le damos 30 minutos. Después la enjuagamos, la estrujamos un poco y la reservamos.
2. Mientras tanto, cortamos el resto de verduras: el calabacín, la cebolla y los pimientos. El tamaño de los trozos no importa mucho, ya que luego lo trituraremos todo; pero mejor si hacemos cubitos del tamaño de un diente de ajo más o menos, para que se haga más rápido y al mismo tiempo.
3. Los dientes de ajo los pelamos y los chafamos; los colocamos bajo el lateral de la hoja del cuchillo y damos un puñetazo sobre ella para cascarlos.
4. Calentamos unas 6 cucharadas de aceite de oliva en una sartén honda a fuego medio-alto. Entonces echamos los ajos cascados y la cebolla troceada con un poco de sal y pimienta. Le damos unos 7 minutos al fuego con la tapa puesta.
5. Lo siguiente es el pimiento troceado; si hace falta más aceite, añadimos 1-2 cucharadas. Bajamos a fuego medio, incorporamos el pimiento y le damos otros 7 minutos a todo, también con la tapa puesta.
6. Ahora van el calabacín y la berenjena. Del mismo modo, si hace falta más aceite, añadimos 1-2 cucharadas. Y le damos a todo otros 7 minutos con la tapa puesta.
7. Añadimos el tomate; preferiblemente en trozos o semi triturado ya, para que se mezcle mejor con el resto. Pero luego lo trituraremos todo. Añadimos las hierbas: perejil, albahaca y tomillo. También 1-2 cucharadas de aceite, si hace falta. Le damos 10 minutos con la tapa puesta y mezclamos de vez en cuando.
8. Bajamos a fuego lento y le damos otros 10 minutos tapado, seguidos de 10 minutos destapado. Es decir, 20 minutos en total a fuego lento.
9. Y ya toca triturar hasta obtener una textura cremosa y que nos guste. Probamos por si faltara sal y listo. Más abajo os cuento cómo guardar la crema de ratatouille si no la consumís toda en el mismo día.
...
10. Ahora a por las vieiras. En una sartén calentamos a fuego media cucharada escasa de mantequilla y una pizca de aceite.
* Se usa una mezcla de aceite y mantequilla porque el aceite es una grasa más sana que la mantequilla, sin embargo, la mantequilla se quema a una temperatura más baja que el aceite, lo que aumenta la temperatura media para freír y además concede un mejor color dorado.
11. Laminamos el diente de ajo y le damos unas vueltas por la sartén para que desprenda su sabor.
12. En cuanto el ajo tenga algo de color, metemos las vieiras a la sartén y les damos 2:30-3 minutos por cada cara. Finalizamos con un chorrito de limón por encima.
...
13. Lo último que queda, y que aconsejo hacer mientras se cocinan las vieiras, es tostar las rebanadas de pan.
14. Y ya está; untamos o distribuimos con una cucharilla la crema de ratatouille, servimos un par de vieiras encima y damos un toque final con las láminas de ajo y, si acaso, algo de albahaca fresca.
Es un invento fenomenal; el resultado es una crema suave a la par que sabrosa y rica en vitaminas; es una buena forma de comer verduras, incluso si no te entusiasma alguno de los ingredientes, como me pasa a mí con la berenjena.
Se puede comer tal cual untado en pan, con queso, en hojaldre... Incluso como crema de verduras, si se cuece con un poquito de agua o caldo. La verdad es que está tan buena que sirve para disimular cualquier otra verdura; coliflor hervida o asada, por ejemplo.También queda delicioso con unas vieiras con limón, y esa es la receta que os cuento a continuación.
Con estos ingredientes, salen unos 800-900 gramos de crema de raratouille; lo que no nos comimos untado en pan, lo reservé para hacer un plato de pasta con salsa cremosa de ratatouille.
Para el ratatouille:
- 250 g de calabacín
- 250 g de berenjena
- 150 g de cebolla
- 200 g de pimiento rojo
- 400 g de tomate en rama (yo usé una lata)
- 3 dientes de ajo
- Aceite de oliva virgen extra
- Ramilletes de perejil al gusto
- Hojas de albahaca al gusto
- Tomillo al gusto
- Sal y pimienta
- Sal gruesa
Para las vieiras:
- Unas 5 vieiras japonesas por persona (el origen me da igual, con "japonesa" quiero decir de la variedad grande); en mi caso, 10 vieiras en total.
- 1/2 cucharada de mantequilla
- Aceite
- 1 diente de ajo
- Un chorrito de limón
- Sal y pimienta
Para las tostadas:
- 1-2 rodajas de un buen pan de hogaza por persona (el mío, pan de romero)
- Todo lo anterior (crema de ratatouille y vieiras)
La preparación:
1. Antes que nada, vamos a hacer que la berenjena sude para que no amargue el plato. La cortamos en daditos (sin pelar) y la ponemos a remojo en un recipiente medio cubierta de agua con media cucharada de sal gorda. Le damos 30 minutos. Después la enjuagamos, la estrujamos un poco y la reservamos.
2. Mientras tanto, cortamos el resto de verduras: el calabacín, la cebolla y los pimientos. El tamaño de los trozos no importa mucho, ya que luego lo trituraremos todo; pero mejor si hacemos cubitos del tamaño de un diente de ajo más o menos, para que se haga más rápido y al mismo tiempo.
3. Los dientes de ajo los pelamos y los chafamos; los colocamos bajo el lateral de la hoja del cuchillo y damos un puñetazo sobre ella para cascarlos.
4. Calentamos unas 6 cucharadas de aceite de oliva en una sartén honda a fuego medio-alto. Entonces echamos los ajos cascados y la cebolla troceada con un poco de sal y pimienta. Le damos unos 7 minutos al fuego con la tapa puesta.
5. Lo siguiente es el pimiento troceado; si hace falta más aceite, añadimos 1-2 cucharadas. Bajamos a fuego medio, incorporamos el pimiento y le damos otros 7 minutos a todo, también con la tapa puesta.
6. Ahora van el calabacín y la berenjena. Del mismo modo, si hace falta más aceite, añadimos 1-2 cucharadas. Y le damos a todo otros 7 minutos con la tapa puesta.
7. Añadimos el tomate; preferiblemente en trozos o semi triturado ya, para que se mezcle mejor con el resto. Pero luego lo trituraremos todo. Añadimos las hierbas: perejil, albahaca y tomillo. También 1-2 cucharadas de aceite, si hace falta. Le damos 10 minutos con la tapa puesta y mezclamos de vez en cuando.
8. Bajamos a fuego lento y le damos otros 10 minutos tapado, seguidos de 10 minutos destapado. Es decir, 20 minutos en total a fuego lento.
9. Y ya toca triturar hasta obtener una textura cremosa y que nos guste. Probamos por si faltara sal y listo. Más abajo os cuento cómo guardar la crema de ratatouille si no la consumís toda en el mismo día.
...
10. Ahora a por las vieiras. En una sartén calentamos a fuego media cucharada escasa de mantequilla y una pizca de aceite.
* Se usa una mezcla de aceite y mantequilla porque el aceite es una grasa más sana que la mantequilla, sin embargo, la mantequilla se quema a una temperatura más baja que el aceite, lo que aumenta la temperatura media para freír y además concede un mejor color dorado.
11. Laminamos el diente de ajo y le damos unas vueltas por la sartén para que desprenda su sabor.
12. En cuanto el ajo tenga algo de color, metemos las vieiras a la sartén y les damos 2:30-3 minutos por cada cara. Finalizamos con un chorrito de limón por encima.
...
13. Lo último que queda, y que aconsejo hacer mientras se cocinan las vieiras, es tostar las rebanadas de pan.
14. Y ya está; untamos o distribuimos con una cucharilla la crema de ratatouille, servimos un par de vieiras encima y damos un toque final con las láminas de ajo y, si acaso, algo de albahaca fresca.
¡Y listo!
Ahora bien, mi consejo es que la aproveches mientras está recién hecha y en los días posteriores, pero ¿cómo se guarda esta salsa para que aguante?
- Si no vas a usarla en breve, puedes envasarla "al vacío"; es muy sencillo. Vertemos la salsa recién hecha en un frasco de cristal muy limpio del tamaño apropiado. Hay que llenar el tarro totalmente, hasta arriba, de forma que no "haya sitio" para que aire dentro del frasco. Cerramos inmediatamente y lo dejamos enfriar a temperatura ambiente. Cuando esté frío, lo guardamos en la nevera, donde lo conservaremos en todo momento.
- Si no vas a usarla en breve, puedes envasarla "al vacío"; es muy sencillo. Vertemos la salsa recién hecha en un frasco de cristal muy limpio del tamaño apropiado. Hay que llenar el tarro totalmente, hasta arriba, de forma que no "haya sitio" para que aire dentro del frasco. Cerramos inmediatamente y lo dejamos enfriar a temperatura ambiente. Cuando esté frío, lo guardamos en la nevera, donde lo conservaremos en todo momento.
- Si la vas a consumir próximamente, te recomiendo esterilizar el frasco en el que lo vayas a guardar. Te digo cómo:
1. Separamos el tarro y la tapa. Si hay alguna pieza de plástico o goma, la retiramos también.
2. Ponemos una cazuela al fuego con el tarro y la tapa dentro. Llenamos de agua hasta cubrir (y llenar) el tarro. Le damos unos 20-30 minutos hirviendo (20 minutos desde que hierve o unos 30 en total).
3. Sacamos el tarro y la tapa y los ponemos a secar sobre un paño limpio de algodón. Podemos usar unas pinzas para sacarlos sin quemarnos.
¡Buen provecho!
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