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miércoles, 21 de octubre de 2020

Costillejas al cabañil

 

Las costillejas, tan comunes por La Vega Baja, bueno y en España en general, en realidad, no es un corte de carne que se venda aquí en Dinamarca. Costillar de cerdo sí, pero normalmente se vende entero y, con frecuencia, ya marinado a la barbacoa. Así que compré las costillas y le pedí a un carnicero que me las cortara en trocitos; le di la medida, pero debe de ser que le pareció raro lo que le pedía, porque aún así me las cortó enormes y en casa tuve que pelearme yo con ellas.
Pero bueno, el caso es que encontré el tipo de carne correcto y me apeteció hacer un plato tradicional muy carnoso, de esos que no suelo hacer nunca, pero que sé que mi vikingo disfrutaría mucho. Acabé decidiendo hacerlas "al cabañil", que es un majado murciano de origen muy antiguo basado en ajo, vinagre, agua, sal y, a veces, comino y/o laurel. Este majado se usa para el conejo, el pollo y las costillas de cerdo y ternera. 

Para 2-3 comensales:

  • 600 g de costillejas de cerdo
  • 3 dientes de ajo
  • 2-3 cucharadas de vinagre (para dar acidez, pero elegid al gusto; a mí el vinagre no me va, así que prefiero poco y un tipo de sabor suave y dulzón, como el vinagre marroquí blanco de vino de caramelo)
  • 2 cucharadas de agua
  • 1-2 hojitas de laurel
  • 1 pizca de comino en polvo
  • Sal y pimienta
  • Aceite de oliva
Acompañamiento/guarnición:

Lo que queráis. Es común acompañar las costillejas con patatas; yo las hice en la freidora de aire, porque con una cucharada de aceite les sobra. Además hice mazorcas de maíz asadas porque me gustan mucho. Les puse un poco de mantequilla, sal, pimentón dulce y pimienta por todos lados, las envolví en papel albal y les di unos 45 minutos a 250°C.


La preparación:

1. Machacamos los ajos pelados en el mortero. Dejamos macerar con el vinagre y el agua, comino y laurel mientras doramos la carne.


2. Calentamos un chorretón de aceite de oliva en la sartén y freímos las costillejas, unos 2-3 minutos por cada lado para que se doren.


3. Sacamos el aceite, bajamos a fuego medio-bajo, esperamos a que baje el calor, rociamos con el majado de ajo y vinagre y cocinamos hasta que se evapore el vinagre.


(Si vemos que le falta un poco para estar del todo hechas por dentro, tapamos y les damos unos minutos más a fuego lento hasta que estén)

Quedan crujientes por fuera y tiernas por dentro. Como ya me esperaba, a mi vikingo le volvieron loco. 

Os enseño también unas fotos de la guarnición:




 ¡Buen provecho!

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