Galletas de avena y plátano

2 ingredientes y 20 minutos es lo que te hace falta para tener siempre que quieras unas sanísimas galletas caseras que te servirán para desayunar, para merendar o para picar cuando te entran ganas de dulce. Y el cargo de conciencia para otros, ya que se cocinan sin grasas ni azúcares añadidos ;) Son aptas para veganos, para intolerantes a la lactosa, para alérgicos al huevo y, si usamos avena sin gluten, incluso aptas para celíacos. Gracias a Natalija por la sugerencia ;) Salen unas 16.

• 2 plátanos maduros grandes (unos 350 g)
• 150-170 g de copos de avena

*Si queremos darles un toque especial, os dejo una lista de sugerencias de ingredientes que podéis añadirles, según lo que os apetezca cada vez, ¡echadle imaginación!:

• Extracto de vainilla
• Canela en polvo
• Trocitos de chocolate puro
• Nutella
• Crema de cacahuete
• Pasas
• Copos de coco deshidratado
• Frutos secos (nueces, almendras, cahahuetes...)

Yo hoy he hecho media tanda de avellana y extracto de vainilla y otra media tanda con polvo de regaliz (suena raro, pero es muy popular aquí en Dinamarca).

La preparación:

1. Trituramos una pizca los copos de avena, pero sin pasarnos. La idea es que queden copos enteros, pero la mitad quede más fino, como harina.

2. Aplastamos los plátanos a tenedor o los batimos un poco, si están durillos. Por eso decía que fueran maduros, porque están más dulces y más blandos.

3. Mezclamos bien la avena con el plátano con ayuda de una espátula de silicona. Si vamos a añadir algún ingrediente, es ahora. Si vamos a hacer galletas de distintos tipos, dividimos la masa y mezclamos cada parte con su ingrediente. Ya digo que yo hice la mitad con trozos de avellana y extracto de vainilla y la otra mitad con polvo de regaliz. Mezclamos bien con la espátula.

4. Colocamos cucharadas de la masa sobre papel para horno y aplanamos un poco dándoles forma de galleta. Horneamos en el horno precalentado a 180º. Yo les doy 10 minutos, pero según  el horno y el tamaño de las galletas, contad con 9-12 minutos.

5. Dejamos que se enfríen un poco, idealmente sobre una rejilla de horno para que no suden. ¡Y ya están listas! Aguantan varios días en lata o en un recipiente de cierre hermético.

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Bergua*