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lunes, 6 de abril de 2020

Aguja oriolana de atún


Este pastel de hojaldre alargado es muy típico de mi pueblo, Orihuela, y lo llamamos aguja. 

Se disfruta en frío y no puede faltar en la mesa en ocasiones especiales como cumpleaños, meriendas de celebración, inauguraciones, comidas familiares...
Aún quedan confiterías que la hacen, pero mi favorita era la de la confitería Cañete, que desapareció hace muchos años, cuando se jubilaron sus dueños. 

También existe la aguja de carne, y también la hacen en alguna parte con tomate y con otros tipos de masa, pero esta es la aguja clásica y la mejor; con forma rectangular y alargada, si no, es una empanada.

La aguja de Cañete la recuerdo más cremosa que las demás y tenía unos cortes muy característicos en la tapa de hojaldre. Seguí mis recuerdos y los consejos de otra oriolana, Maite Hernández, quien sugirió que montara el relleno por capas individuales y con bechamel en medio de cada una. Y funcionó, quería recrear la aguja de Cañete y quedé muy satisfecha. Y mi vikingo se comió media antes de que se terminara de enfriar, así que parece que hemos quedado todos satisfechos ;)

  • 1 placa rectangular de hojaldre (unos 275 g)
  • 2 huevos duros
  • Atún en aceite (unos 150 g netos, es decir, escurrido)
  • Bechamel
  • Nuez moscada
  • 1 huevo para pintar la masa

La preparación:

1. Cortamos la aguja por la mitad a lo largo; una mitad será la base y la otra, la tapa.

2. Distribuimos la primera capa de bechamel sobre la base, sin llegar del todo a los bordes. Esta vez usé bechamel de bote, así que espolvoreé también con un poco de nuez moscada. Si haces la bechamel casera, incorporas la nuez moscada cuando la estés haciendo.

3. A continuación repartimos sobre la bechamel el atún escurrido y desmigado. Cuanto mejor sean los ingredientes, mejor será el resultado final. Aquí en Dinamarca no venden atún en aceite de oliva, así que me tuve que contentar con aceite de girasol, pero compensé comprando uno bueno. A veces lo que hago es poner yo misma el atún escurrido a pasar la noche en la nevera con aceite de oliva.


4. Sobre el atún servimos con cuidado una capa fina de bechamel; la siguiente capa será de huevo duro en cuñas.

5. Acabamos con otra capa fina de bechamel.


6. Con un cuchillo afilado y sin sierra hacemos cortes oblicuos en la tapa; humedecemos los bordes con agua, sea con los dedos o con un pincel de cocina, y después colocamos la tapa con cuidado sobre el relleno con ayuda del papel sobre el que estamos trabajando.


7. Sellamos los bordes, por ejemplo con un tenedor, y pintamos la superficie con huevo batido.



8. Horneamos a 200º con calor arriba y abajo durante unos 15 minutos en el horno precalentado; habrá que ver, según el horno, si necesita más o menos, si se le pone función ventilador o gratinar para que tome color...



¡Y ya está! Como digo, se come en frío, y es como mejor está y como mejor se aprecian los sabores y la textura, así que armaos de paciencia ;)


¡Buen provecho!

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