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jueves, 30 de agosto de 2018

Bayas de saúco: Varias recetas

Aquí en Dinamarca es muy típico utilizar las flores de saúco (hyldeblomst) en bebidas y recetas varias, pero el saúco también produce bayas (hyldebær) a las que se les puede sacar mucho provecho. 
Las bayas salen si no se recogen las flores del árbol. Cuando aún están totalmente verdes, a principios de agosto, hay quien hace tápenas con ellas. Una vez maduran y toman ese bonito color morado, se utilizan para hacer sirope, mermelada, sopa dulce, mosto caliente... Yo hoy os traigo las tres recetas que he probado a hacer últimamente. 
Este mes me he traído a casa un par de remesas de bayas de saúco de Gavnø y de Borreby en Skælskør. Así que he podido experimentar con ellas.

Para disfrutar de estas bayas, es muy importante hervirlas durante un mínimo de 15 minutos. De lo contrario, nos sentarán mal. Antes de cualquier receta también hay que separarlas de las ramas y enjuagarlas bien. Las cantidades varían en función de si te gusta más dulce o más ácido, si lo prefieres más espeso o más líquido... 

Salsa de baya de saúco, romero, manzana y limón


Esta salsa fue un invento que hice pensando en servirla con mi solomillo en hojaldre. Tiene tropezones; en ese aspecto es algo parecida a la salsa de arándanos que se sirve en Estados Unidos en Acción de gracias. La salsa ácida y dulzona le va genial a la carne de cerdo y es facilísima de preparar. Nos dio para 8 personas.
  • 200 g de bayas de saúco
  • 1 manzana de aprox. 125 g 
  • 1 cucharadita y media de romero
  • 30 g de limón escarchado o confitado (del dulce que se le pone a los roscones)
  • 70 g de azúcar mascabado (brunfarin)
  • 150 ml de agua
  • 50 ml de zumo de limón
  • 1/3 de cucharadita de sal
  • 1/4 de cucharadita de pimienta
  • Opcional: Vinagre suave

1. Ponemos a hervir el agua con zumo de limón con el romero para infusionar el agua. Sobra con apenas 2 minutos a temperatura media. Eso sí, tapado.

2. Añadimos entonces al agua las bayas bien enjuagadas, la manzana con piel a trocitos y el azúcar. Tapamos de nuevo y dejamos cocer durante 15 minutos, tapado.

3. Pasados 10 minutos de los 15, incorporamos los trocitos de limón escarchado, sal y pimienta. Probamos de sabor y, si hace falta, rectificamos. Por ejemplo, se puede añadir una pizca de vinagre o más limón si falta acidez, pero recordemos que es una salsa dulce. Le damos 5 últimos minutos.

* Se puede dejar hecha y servirla fría o caliente al día siguiente; mejor caliente. Yo la templé un poco en el horno a la vez que se hacía el hojaldre.




Mosto templado de baya de saúco, miel y limón


Con las bayas que no utilicé para la salsa anterior, preparé este mosto templado y un poco espeso, que nos vino genial en la tarde lluviosa en que lo hicimos. Incluso le di algo de color y sabor a una manzana con el zumo que quedaba en las paredes de un cuenquecito. Aquí no se desperdicia nada. Así lo preparo:
  • 200 g de bayas de saúco (maduras, aunque no pasa nada porque se cuelen algunas verdes)
  • Un par de buenos chorros de limón
  • Mínimo 5 cucharadas de miel

1. Enjuagamos bien las bayas y las ponemos a hervir en agua con limón. De agua sobra con cubrirlas y añadir un dedo más. Las cocemos tapadas durante 15 minutos.

2. Después de esos 15 minutos, añadimos la miel y le damos 5 minutos más. Probamos de miel pasados un par de minutos para dejarlo de dulzor y acidez a nuestro gusto.

3. Finalmente chafamos las bayas en un colador de malla. El zumo lo reservamos y los restos de la fruta los tiramos. Probamos de sabor por si hay que añadir más miel y servimos en caliente.

Al mosto templado que se prepara con estas bayas, también es común añadirle un chorrito de ron para entrar en calor y, según dicen los vikingos, mantener los resfriados a raya ;)

Zumo de baya de saúco y limón


Por último probé a hacer una versión fría, que, si bien no es como lo suelen preparar los daneses, a veces apetece.  
  • 200 g de bayas de saúco maduras
  • Corteza de medio limón
  • Edulcorante o azúcar al gusto
  • 1 litro de agua

1. Enjuagamos bien las bayas y las ponemos a hervir en agua con la corteza de limón y el edulcorante o azúcar. Las cocemos destapadas durante 15 minutos. Probamos de vez en cuando por si lo queremos más dulce.

2. Finalmente chafamos las bayas en un colador de malla. El zumo lo reservamos y los restos de la fruta los tiramos. 

3. Lo dejamos enfriar e incluso podemos servirlo con cubitos de hielo.

¡Buen provecho!

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Bergua*


jueves, 9 de agosto de 2018

Judías con piñones en salsa de tomate


¡Ayer encontré judías verdes planas (bajocas, batxoqueta)! ¡En Dinamarca! Y ya solo eso se merecía un plato especial, pero además, este es el primer plato que preparo en mi nueva cocina, así que quise aprovechar para darle a mi vikingo una experiencia ibérica auténtica.

Saqué los piñones de mi pueblo, mi tomate frito favorito y hasta encontré pan chapata, que por aquí es lo más parecido a las barras de pan españolas. Esta receta es de las de mojar y no dejar ni rastro de salsa. Las fotos, sin embargo, las tuve que hacer con el móvil, porque mi cámara sigue en alguna caja de mudanza. Pero bueno, menos da una piedra.

Esta receta también se suele hacer con tacos de jamón, pero en esta versión vegetariana no echamos nada de menos. El queso y los piñones completaron la experiencia. Nunca he visto al vikingo engullir judías como con este plato. Para dos personas:

  • 250 g de judías verdes planas
  • 350-400 g de tomate frito (tu favorito; receta propia o comprado, lo importante es que sea un sabor que te haga relamerte. Para mí es el tomate frito estilo casero con aceite de oliva de Hacendado)
  • 1 cebolla mediana
  • 2 dientes de ajo
  • 1 puñadito de piñones
  • 1 chorrito de vino blanco
  • Sal
  • Aceite de oliva
  • 1 huevo por persona
  • Pan tipo rústico
  • Queso Manchego


La preparación:

1. Cortamos los extremos de las judías y las troceamos (en 3-4 trozos). Las pasamos por agua y dejamos que se escurran.


2. Cortamos la cebolla en trocitos también, del tamaño de una uña, y la ponemos a pochar en aceite caliente a fuego medio-alto en una sartén. El ajo lo prensamos sobre la cebolla, añadimos una pizca de sal y mezclamos.

3. Cuando la cebolla se ha vuelto un poco transparente, añadimos los trozos de judía y los piñones y mezclamos bien. Echamos entonces el chorrito de vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol.


4. Entonces añadimos el tomate y un poquito de agua si nos parece muy espeso. Mezclamos bien y dejamos cocer a fuego lento durante unos 45 minutos. Hay que probar la salsa y añadir un poquito de azúcar si la notamos ácida por el tomate.


5. A última hora antes de servir, hacemos los huevos fritos. Yo apenas uso aceite; mancho la sartén con un espray de cocina para que no se peguen y listo. A mí me gusta añadirle un toquecito de sal y pimentón dulce al huevo sobre la yema.

6. ¡Y ya está! Servimos las judías en un recipiente (de barro, a poder ser), el huevo encima, y acompañamos con pan. También recomiendo sacar queso a la mesa, nuestro caso, Manchego.


¡Buen provecho!

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viernes, 3 de agosto de 2018

Ensaladilla ligera de surimi


El surimi en mi casa se llama pata de cangrejo o sucedáneo de cangrejo, como en muchos sitios; pero a esta ensaladilla la llamo "de surimi" para distinguirla de mi ensaladilla de auténtico cangrejo
Cuando paso por Iberia de visita no puedo irme sin tomarme una tapica de ensaladilla rusa y otra de pata. Hoy os traigo una versión de la tradicional ensaladilla de pata de cangrejo, aunque con varios ingredientes adicionales y con una salsa ligera en lugar de mayonesa. Queda muy rica y es una forma genial de comer lechuga sin penas (no me gusta mucho).

La base de la salsa es el skyr; una especie de yogur proveniente de Islandia; aquí en Dinamarca es muy popular por ser rico en proteínas con un nivel graso bajísimo y, en conjunto, muy pocas calorías. Se dice que ya lo tomaban los vikingos en sus tiempos. Sabe un poco a queso fresco y, si no lo encuentras, también puedes usar quark o creme fraiche (nata agria), pero lo menos calórico es el skyr y además da la misma textura que la mayonesa. 

  • 8-10 palitos pequeños de surimi
  • 1 huevo duro pequeño
  • 100 g de piña natural o enlatada en su jugo
  • 60 g de nueces
  • 2 hojas de lechuga
  • 4 cucharadas de skyr
  • 2 cucharadas de ketchup
  • 1 cucharadita de vinagre suave (de Casablanca, de vino, de manzana... al gusto)
  • Limón
  • Sal

La preparación:

1. Ponemos el huevo a hervir. 15 minutos desde que rompa a hervir para que quede duro. Después lo pasamos por agua fría para poder pelarlo. 

2. Lo troceamos finito y lo ponemos a enfriar en la nevera o el congelador. 


3. Cortamos la lechuga en trozos finitos y reservamos en un cuenco.

4. Cortamos también la piña en trocitos y la escurrimos. La añadimos al cuenco con la lechuga.


5. Cortamos entonces el surimi en rodajitas y al cuenco con ello.


6. Picamos las nueces en mortero, a cuchillo o en picadora y también al cuenco.

7. Preparamos la sala mezclando el skyr, el ketchup, sal, vinagre y un poco de limón. Las proporciones se pueden modificar al gusto. Si queda ácida, se puede corregir con azúcar.


9. Se mezclan bien los ingredientes, incluido el huevo troceado, con la salsa. Se sirve bien fría.




¡Buen provecho!

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