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domingo, 17 de diciembre de 2017

Galletas de barquillo danesas (Gode råd)


Estas galletas danesas cuyo nombre, Gode råd, literalmente significa "Buenos consejos" son muy típicas en la zona del sur de Jutlandia (Sønderjylland). En el resto del país no las conoce prácticamente nadie, lo cual es una pena. Curiosamente, en Noruega también son conocidas, aunque bajo otro nombre, krumkager. Por donde yo vivo se venden en los mercadillos navideños. Las he preparado para el viaje navideño de Cocinas del mundo.


Lo especial de estas galletas es el dibujo que las caracteriza y su tamaño. De sabor y textura se parecen mucho al barquillo de los cucuruchos de helado, aunque con el toque navideño de las especias. Están muy ricas y no se hacen nada pesadas porque son muy finitas.

Para cocinarlas se usaban unas placas de hierro que se conservan hoy en día en el ático y el sótano de alguna abuelilla. Ya no hay manera de comprar las originales. Sin embargo, hay demanda y hace unos años un par de marcas (Wilfa y OBH Nordica) sacaron un modelo moderno de plancha para gofres específicamente para hacer estas galletas. Y yo tuve la suerte de encontrar uno que les quedaba en un almacén. Os dejo fotos de las antiguas y las nuevas.



Tras probar varias recetas y darles mi toque personal, os dejo aquí la que más me gusta;  salen unas 12 galletas, que no es poco, dado el tamaño, y es fácil y riquísima:

  • 125 g de azúcar
  • 100 g de mantequilla (blanda, pero no derretida)
  • 250 g de harina
  • 2 huevos
  • 1 cucharada generosa de leche
  • 1 cucharadita de cardamomo en polvo
  • 1 cucharadita de azúcar avanillado
  • Ralladura de la piel de 1/2 limón

La preparación:

* Se pueden mezclar todos los ingredientes de una, batir y listo, pero según mi experiencia, salen mejor si se siguen los siguientes pasos.

1. Mezclamos el azúcar, la mitad de la harina y la mantequilla en trocitos y batimos. La mantequilla no debe estar ni fría ni derretida; a temperatura ambiente.

2. Incorporamos los huevos, la otra mitad de la harina, el azúcar avanillado y el cardamomo. Batimos.



3. Incorporamos la cucharada de leche y la ralladura de piel de limón. Batimos de nuevo y, si hace falta, ayudamos a mezclar con una espátula.




4. Podemos ir cogiendo masa cada vez que necesitemos o prepararla en montoncitos del tamaño de una nuez grandota. Mejor poner nuestros montoncitos de masa sobre papel de horno para que no se peguen, pero no es imprescindible.




5. Mientras tanto encendemos las placas al máximo para que se vayan calentando. Entonces colocamos un pegote de masa sobre la placa de abajo más bien en la mitad de arriba, porque al cerrar la placa de arriba, la masa se expande hacia abajo. Hacemos presión para que se reparta la masa y le damos 60-90 segundos hasta que esté doradita.




6. Con una espátula podremos sacar fácilmente la galleta. La ponemos a reposar sobre plano, por ejemplo sobre una rejilla de horno. Lo de "sobre plano" es porque, una vez que se enfrían, no hay manera de cambiar la forma que hayan tomado sin romperlas. De hecho, en este paso, hay quien las rula para hacer barquillos de cucurucho para helado o las pone sobre un vaso del revés para hacer cuenquecitos para helado u otros postres.





¡EXTRA, EXTRA!

Y ahora os digo, os voy a tener que dar 2 recetas. La anterior es la más sencilla y sale buenísima. Peeero, un día de casualidad probé un invento y quedó requetebien, así que lo comparto aquí por si queréis probarlo. 
Este invento se debe a que me puse manos a la obra y me di cuenta demasiado tarde de que solo tenía un huevo. Ya estaba inmersa en el proyecto y, además, llovía, así que decidí sustituir un huevo y la leche por yogur; al fin y al cabo, algunas recetas antiguas incluyen nata. Y la verdad es que quedaron más finas todavía, crujientes, delicadas, ligeras y deliciosas, y con menos calorías que si llevaran nata y otro huevo.
  • 125 g de azúcar
  • 100 g de mantequilla (blanda, pero no derretida)
  • 250 g de harina
  • 1 huevo
  • 2 cucharadas generosas de yogur griego 0%
  • 1 cucharadita de cardamomo en polvo
  • 1 cucharadita de azúcar avanillado
  • Ralladura de la piel de 1/2 limón
El procedimiento es el mismo, solo que añadimos 1 huevo y el yogur y al final la ralladura.  La masa resultante es más pegajosa. Por lo demás, todo igual.

A mí la primera receta me gusta más para comerlas tipo barquillo con nutella o helado y la segunda más para comerlas sin acompañamiento, aunque no voy a mentir, me encantan las dos y son tradición en casa ;)

* Ay por cierto, los corazones que veis en la foto son hechos a mano (por mí) y son el adorno navideño más típico de Dinamarca que existe. Se cuelgan del árbol.


¡Buen provecho!

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Bergua*



Estrellas de hojaldre y crema


Esta receta se la he robado a mi amiga invisible, Juana de Juna en la cocina para la edición de diciembre de #asaltablogs. 

Estas estrellas de hojaldre rellenas de crema de vainilla me vinieron genial para una merienda que tuve con unas amigas. No estaba en casa, así que tuve que improvisar un poco; no tenía mis moldes con forma de estrella, por lo que hice el corte a mano alzada. Juana las rellenó de natilla de vainilla y yo, como aquí en Dinamarca no hay, usé crema pastelera de vainilla. Para decorar y darle un toque especial usé "nougat", una crema de avellana típica de Navidad en Dinamarca. También añadí algunos fideos de chocolate. También se pueden rellenar de Nutella, como Juana propone.

Me costó elegir la receta, porque encontré varias que me apetecía probar, pero me puede el hojaldre, así que me decidí por esta para la merendola con mis amigas y las demás recetas las probaré otro día.

  • 1 placa de masa de hojaldre
  • Crema pastelera de vainilla
  • Crema de avellana
  • Fideos de chocolate

La preparación:

1. Vamos a cortar las estrellas de la masa de hojaldre. Si tenemos molde, será más fácil; si no, con la punta de un cuchillo las dibujamos en la masa. Después juntamos las sobras de masa, la aplanamos y sacamos más estrellas de ahí.



2. Colocamos las estrellas sobre el papel de horneado en una bandeja de horno y les damos 10-15 minutos a 200º en el horno precalentado. Es importante vigilarlas porque el tiempo que necesiten dependerá del grosor y el horno. 

Mi ayudante ❤

3. Las dejamos enfriar. Aquí en Dinamarca es fácil; las puse en el alféizar de la ventana y si me descuido, se congelan. 

4. Con mucho cuidado y con la punta de un cuchillo afilado, vamos a abrir las estrellas por la mitad horizontalmente de modo que tengamos una base y una tapa. Se mete la punta del cuchillo por el centro y se corta hacia los lados.



5. Entonces podemos rellenar con una cucharada de crema pastelera. Si queremos decorar la tapadera, ponemos un pegotito de la crema de avellana. Y si queremos, completamos con unos fideos de chocolate.





¡Buen provecho!

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Bergua*



viernes, 1 de diciembre de 2017

Galletitas de pimienta danesas: Pebernødder


En Dinamarca el que más y el que menos se hace su propio pan, galletas y demás en casa. Como a menudo llueve, es una forma muy relajante y gratificante de hacer que pase el tiempo en casa. Y de paso, la casa huele a gloria ;) 
En concreto en diciembre, los hornos daneses trabajan sin descanso para ofrecer a familiares, vecinos y amigos una degustación de dulces típicos navideños. Hasta mi suegra, que no cocina NADA, hace sus propias galletas para Navidad.
Yo tengo mis favoritas, aunque no he probado a hacerlas todas todavía; pero por ejemplo me gustan mucho las "coronas de vainilla" (vaniljekranser), el pan finlandés (finsk brød), los klejner y las galletas de barquillo (Gode råd).
Estas que os traigo hoy no están entre mis favoritas; no por nada, sino porque hay taaanto donde elegir, que simplemente hay otras que encuentro más interesantes. Sin embargo, esta es sin duda una receta imprescindible durante la Navidad danesa. Estas mini galletitas están en TODAS partes durante todo diciembre; en las casas, las tiendas, los restaurantes... Gusten más o menos, son la receta más popular en estas fechas en Dinamarca. Así que tenía que probar a hacerla en casa, obviamente. Y como pasa con todo, lo casero gana mucho ;)
Su nombre, "pebernødder", significa curiosamente "Nuez de pimienta". Ni son ni llevan frutos secos, pero se les dio el apodo por el tamaño. Pimienta sí llevan un poquitín. Recetas hay muchas, pero la que yo uso es sin huevo. Está basada en esta y esta y son del estilo de las de Lagkagehuset, una red de confiterías que, en mi opinión, hace los mejores dulces del país.
Normalmente se hacen remesas de unas 300, pero si quieres probar si te gustan, siempre puedes hacer la mitad o un cuarto. Con esta receta salen unas 100-130 galletitas del tamaño de media nuez:

  • 125 g de azúcar
  • 125g de mantequilla blanda (no derretida)
  • 1/2 cucharadita de jengibre fresco rallado
  • 1/2 cucharadita de canela en polvo
  • 1/2 cucharadita de pimienta recién molida (mejor si es blanca)
  • 1/2 cucharadita de levadura química
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico para cocinar
  • 1/2 dl de nata líquida para montar
  • 250 g de harina

La preparación:

1. Batimos el azúcar y la mantequilla. La mantequilla no se derrite, pero la dejamos unas horas fuera del frigo para que se ablande.

2. Se añade la nata y se bate flojito para incorporarla a la mezcla de azúcar y mantequilla. Se aprovecha también para mezclar el jengibre rallado.


3. En un recipiente aparte mezclamos la harina, el bicarbonato, la levadura y las especias en polvo.

4. Se baten entonces los ingredientes secos y la mezcla húmeda del azúcar.


5. Se amasa con las manos muy poquito (con las galletas no hay que pasarte), solo lo suficiente para terminar de mezclar bien los ingredientes.


6. En seguida pasamos a formar las galletitas, para eso tenemos dos métodos: 
El tradicional consiste en rular bolas de masa y formar una longaniza. De esta longaniza vamos a ir cortando pedacitos de 1x1 cm con los que formaremos bolitas. 
El método alternativo consiste en extender la masa sobre papel de horno (hasta que tenga un grosor de aprox. 1 cm) y usar la rejilla del horno para presionar y cortar primero vertical y luego horizontalmente. Después separamos los cuadraditos resultantes. Elegid la que queráis; la verdad es que no hay gran diferencia en cuestión de dificultad.


7. La cuestión es que repartamos sobre papel de horno nuestras bolitas o cuadraditos; dejaremos espacio entre los pegotitos de masa para que tengan sitio para crecer un poco sin pegarse.


8. Horneamos en el horno precalendado a 200º durante 8-12 minutos, según el horno. El mío con 8 tiene suficiente; tienen que coger color, ligeramente dorado, pero no tostado.

9. Y ya está; dejamos enfriar y que se solidifiquen y listo. Se conservan muy bien en latas y recipientes herméticos.



¡Buen provecho!

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Bergua*