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miércoles, 16 de septiembre de 2020

Horchata de chufa granizada


Un verano sin un granizado de limón o una horchata granizada, no es verano para mí. Costumbres. El caso es que aquí en Dinamarca las chufas ni se conocen ni se venden, así que evidentemente, la horchata tampoco. Se dice que las chufas llegaron a España "en camello", y es que vienen de Egipto. Hace un tiempo descubrí que podía comprar chufa española por internet e hice un pedido. Lo normal en la zona donde crecí era que se vendieran en la feria, ya remojadas en agua, para que estuvieran jugosas; o te las comprabas y las dejabas en remojo a lo largo de la noche. Pero aquí en Dinamarca también las como en seco, como si fueran frutos secos. 

Este verano está siendo raro, entre el corona, yo que estoy de baja y otros asuntos. Así que un día que estaba nostálgica, me puse a hacer horchata. Es facilísimo. Yo no tengo mucha fuerza ni aguante últimamente y no tuve problema para hacerla. 

Hoy os cuento, por una parte, cómo hacer la horchata de chufa, líquida, que es la típica valenciana. Para eso seguí indicaciones de Gemma Bargues. Pero además, os digo cómo granizarla si no tenéis una máquina para hacer helados, porque en mi ciudad, la horchata se toma granizada, no líquida. Hace años hice granizado de limón casero y para la horchata utilicé la misma técnica. 

  • 250 g de chufas 
  • 1 litro de agua
  • 80 g de azúcar glas (le podéis añadir más al gusto; yo no la hago muy dulce)* También se pueden usar dátiles para endulzar en lugar de azúcar; queda de cine.

La preparación:

1. El primer paso es facilísimo: Poner a remojo las chufas. Mínimo 8 horas, preferiblemente 24 horas enteras. Las metemos al frigorífico y les cambiamos el agua 2 o 3 veces durante ese tiempo. Si vives en un sitio de clima cálido, manten las chufas en la nevera en lugar de fuera, para evitar que se fermenten y así nos dure más tiempo fresca la horchata.


2. Con un colador, nos deshacemos de las chufas y tiramos el agua.


3. En un robot de cocina o con una batidora potente, trituramos la mitad del litro de agua, 500 ml, y las chufas. A máxima potencia sobra con unos 3-4 minutos.


4. Ahora hay que prensar la pasta; para eso podemos usar un colador de tela o uno de malla de alambre. Con el de tela, se aprieta bien con las manos sobre un recipiente hondo para que salga el jugo. Con el metálico parecido, pero yo lo hago en tandas para aprovechar bien todo el jugo. Primero cuelo lo que acabo de triturar en un recipiente hondo. En el colador nos queda la chufa triturada; la pasamos a otro recipiente. Cogemos un puñado de la chufa triturada y con la mano cerrada apretamos sobre el colador para que el jugo caiga al fondo. Así hasta que no nos quede chufa triturada en el otro recipiente.


5. Los "desperdicios" los ponemos a remojo en el medio litro de agua restante y les damos 10-15 minutos de reposo para que empapen. Pasado ese tiempo lo trituramos como antes.

6. Volvemos a prensar la pasta con un colador de tela o de malla de alambre; puñado a puñado. El líquido lo añadimos a la horchata que ya hemos hecho y el "serrín" que nos queda ya lo podemos tirar.

7. Al líquido que hemos conseguido le incorporamos el azúcar glas o un par de dátiles deshuesados y le damos un toque con la batidora o trituradora para que se mezcle bien; si  solo usas azúcar, al menos disuelve bien con unas varillas. A enfriar.


8. Como os contaba, en mi ciudad la horchata se prefiere granizada, no líquida, así que mi receta sigue. No tengo yo una máquina industrial para hacer granizados en casa, así que esta es la técnica "de andar por casa". Pasamos parte del líquido a un par de recipientes más pequeños y los metemos al congelador, de esta manera se congelarán antes y tendremos porciones individuales o dobles, para que tampoco haga falta terminarse un litro de una sentada. 

9. Cada 60 minutos aproximadamente sacamos la horchara y removemos bien con una cuchara. Llegará un momento en el que la horchata estará escarchada, ya es cuestión de cómo te la quieras tomar, más o menos granizada; pero no dejes que se congele del todo o acabarás con un bloque de hielo. Pero vaya, incluso si eso pasa, no hay problema; lo dejas descongelar en el frigorífico y tienes deliciosa horchata líquida bien fresca.


 ¡Buen provecho!





Bergua*




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