- Unos 270g de masa quebrada
- 200g de chocolate puro (70%)
- 250g de nata líquida (unos 18% grasa)
- 2-3 naranjas (según el tamaño)
- 1 huevo
- 2 cucharadas de maizena
- 2 cucharadas de azúcar moreno (yo yso mascabado)
- Ralladura de piel de naranja
La preparación:
1. Precalentamos el horno en posición ventilador a 170º (a 180º con calor por arriba y por abajo).
2. Enharinamos el recipiente redondo y colocamos la masa sobre él. La pinchamos repetidas veces con un tenedor para que no se hinche y colocamos además habichuelas o similar sobre la base. La dejamos cocinar en el horno durante 20 minutos.
3. Mientras tanto, ponemos la nata al fuego en un cazo y la dejamos dar un hervor. A continuación la retiramos del fuego y añadimos el chocolate a trozos. Removemos para que se vaya derritiendo uniformemente.
6. En un cazo mezclamos el zumo, la piel de naranja, el azúcar, la maizena y el huevo batido. Encendemos a fuego medio y removemos sin parar hasta que la mezcla alcance la consistencia deseada, que será espesa pero no compacta, es decir, ligeramente cremosa.
7. Retiramos del fuego, reservamos y de vez en cuando removemos para que la superficie no quede compacta.
8. Pasados 20 minutos, sacamos la masa del horno, retiramos las habichuelas del fondo y la devolvemos ya sin ellas al horno durante 5-10 minutos para que se termine de hacer.
9. Una vez la masa esté cocinada, distribuimos el chocolate sobre la superficie y, sobre este, la cuajada de naranja.
10. La metemos a la nevera y dejamos que se enfríe y se asiente tanto tiempo como podamos. Mínimo 1 hora, aunque lo ideal serían más de 2. Cuanto más tiempo en la nevera, más firme quedarán las dos capas.
¡Buen provecho!
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Bergua*
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