Hace unos días cumplí 28 y se me plantó en casa una panda de vikingos hambrientos con ganas de tapas. Me propuse hacer tal menú, que la tarta tenía que ser facilita y rápida de preparar, o me iban a faltar horas y brazos para hacerlo todo. Así que se me ocurrió esta combinación que triunfó entre los vikingos y apenas me costó preparar. La lagkage (tarta de pisos) es la tarta de cumpleaños por excelencia en Dinamarca, el relleno lo elige cada uno a su gusto. Te cuento mis secretos ;)
- 3 láminas de bizcocho redondas (se venden ya empaquetadas y cortadas, 240 g)
- Para hidratar el bizcocho: 5 cucharadas de agua y unas gotas de agua de azahar.
El relleno y la cobertura:
- Unos 250 g de chocolate blanco para fundir
- 500 g de fresas congeladas
- 1/2 vaina de vainilla
- El zumo de 1/2-1 lima, al gusto
- 40 g de stevia (o 90 g de azúcar corriente)
- 60 g de agua
- Opcional: 2 puñados de granola (muesli crujiente), en mi caso de vainilla y chocolate. Se vende como Crüsli o Cruesli.
Para decorar:
- Fruta fresca. Yo usé moras, pero pueden ser fresas por la mitad, frambuesa...
- También hice un pequeño dibujo con colores comestibles para decorar galletas, aunque no lo recomiendo; no están pensados para hacer dibujos grandes y cuesta mucho. Pensaba hacer un dibujo mayor y me rendí. Aquí os dejo un ejemplo de decoración con chocolate puro, que sí funciona muy bien.
La preparación:
1. Ponemos el agua y la stevia en un cazo y lo llevamos a ebullición. Como la stevia es polvo, se diluye en seguida, así que, pasados 3 minutos desde el primer hervor, lo retiramos del fuego y reservamos.
3. Batimos las fresas congeladas con el zumo de lima, las semillas de la vainilla y el almíbar. Nos quedará una deliciosa escarcha, a caballo entre el granizado y el helado. ¡Resístete y no te lo comas a cucharadas! La reservamos en el frigorífico.
4. A continuación ponemos agua a hervir en un cazo. Cuando alcance la ebullición, apartamos el cazo del fuego y metemos en el agua un cuenco resistente al calor. El agua no debe entrar en el cuenco en ningún momento. Echamos un poco más de la mitad de onzas de chocolate en el cuenco y removemos de vez en cuando. El calor residual las irá derritiendo.
5. Con la mezcla de agua y agua de azahar mojamos con cuidado la base del bizcocho. Sobre este vamos formando con una cucharada o un tenedor hilos de el chocolate fundido.
6. En cuanto el chocolate blanco se enfríe (un par de minutos), cubrimos con nuestra escarcha de fresa y lima. Sobre esta espolvoreamos con la granola, si hemos decidido incluirla. Aporta textura y sabor.
7. Seguimos el mismo proceso con el segundo piso de la tarta y humedecemos también la tapa, pero esta vez por debajo.
8. Ahora toca encargarnos de la cobertura. Si el chocolate se ha enfriado, volvemos a darle un hervor al agua (sin el cuenco dentro) y dejamos que el calor residual una vez más ablande el chocolate. Con ese chocolate y la ayuda de una espátula, cubrimos la superficie de la tarta.
9. Cubierta la tapa, repartimos la fruta y reservamos en la nevera para que nuestra escarcha no se derrita. Si vamos a dibujar, no decoramos con la fruta todavía; metemos la tarta al frigorífico durante unos 10 minutos, hasta que se enfríe en chocolate blanco y se pueda pintar sobre la superficie. Una vez pintado, colocamos la fruta y reservamos en la nevera. ¡Que la disfrutéis!
¡Buen provecho!
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Bergua*