Segunda vez en mi vida que cocino calamares y vuelve a ser para el reto de Cocinas del mundo, y es que este septiembre nos vamos a Logroño.
Esta receta es sana y sencilla, pero resulta bien sabrosa. Es un plato de cocción lenta, pero seguro que se puede adaptar para olla rápida. A mí en los retos de Cocinas del mundo me gusta hacer las recetas de la forma más tradicional posible, aunque luego cuando las repito las adapte más a lo que me venga bien. Pero la primera vez no hago mucho cambio, dentro de lo posible.
- 500 g de calamar
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 350 g de cebolla
- 2 tomates hermosos
- 175-200 g de pimiento verde
- 3 dientes de ajo
- 100-150 ml de vino tinto
- 1 hojita de laurel
- 2 cucharaditas de pimentón dulce
- Sal y pimienta al gusto
La preparación:
1. Cortamos la cebolla en juliana, el pimiento en tiras finas y el ajo picadito.
2. Calentamos el aceite en una olla y rehogamos la cebolla, el pimiento y el ajo tapados hasta que queden blandos; unos 10-15 minutos.
3. Añadimos las especias, el laurel y el tomate rallado o triturado. (Yo prefiero conservar la piel y ahorrar tiempo, así que los trituro sin el pedúnculo) Le damos 15 minutos a fuego medio.
4. Entonces incorporamos el calamar a trozos y anillas, más el vino y la sal y rehogamos durante 5 minutos.
5. Tapamos y cocinamos durante 30 minutos más o hasta que los calamares estén tiernos.
En teoría no hace falta añadir más líquido porque los calamares ya sueltan agua, pero a mí sí se me estaba quedando sin líquido a media cocción y le tuve que añadir un poco más de vino y también agua; unos 300 ml en total.