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martes, 30 de abril de 2019

Hamburguesas de remolacha


Quién me iba a decir a mí, que normalmente evito la remolacha, que me iba a gustar tanto este invento. Estas hamburguesas vegetarianas son sanas, nutritivas, facilísimas de hacer, y tienen un sabor delicioso. 

En Dinamarca se consumen mucho tipos de tubérculos y hace tiempo me dieron a probar unas albóndigas (frikadeller) de remolacha. Pedí la receta varias veces, pero cansada de esperar, me lancé a hacer experimentos en la cocina. Y, la verdad, me gustan más estas jeje Además, las otras eran fritas y estas se hacen al horno.

Ya veréis en las fotos que la remolacha más común en Dinamarca es alargada; también las hay redondas, naranjas, amarillas, con líneas blancas... Da igual; la remolacha que haya es vuestra zona.

Con estas cantidades me salieron 5; que pueden ser 4 o 6 según el tamaño. Pero esta es la cantidad que yo uso para 2 personas:

  • 150 g de remolacha
  • 100 g de queso blanco de ensalada, tipo feta (el queso Puck, que veis en la foto, es cremoso y firme, perfecto para esto)
  • 75 g de copos de avena
  • 1 huevo
  • 1-2 dientes de ajo
  • 1 cebolla morada mediana
  • 1 cucharadita de pimentón ahumado
  • Sal y pimienta
  • 2 cucharadas de aceite de coco (u otro aceite vegetal de sabor neutro y suave)
Salsa opcional de acompañamiento:
  • 4 cucharadas de yogur griego bajo en grasa
  • Piel rallada de 1 limón
  • Pimienta recién molida


La preparación:

1. Precalentamos el horno a 200º y calentamos en él una bandeja con 2 cucharadas de aceite de coco para que se vayan fundiendo y calentando.


2. Pelamos y rallamos la remolacha, prensamos el ajo, picamos la cebolla muy finito y mezclamos en un cuenco con la avena, el queso, el huevo, el pimentón ahumado, la sal y la pimienta. Mezclamos muy bien, sea a mano o con con varillas eléctricas. Pero NO hay que triturar ni batir, solo mezclar.


3. En la bandeja con aceite de coco caliente repartimos la masa y formamos las hamburguesas. Es una masa húmeda, no recomiendo trabajar con las manos.

4. Les damos 20 minutos a 200º en el horno.



¡Y ya está! Van genial con una sencillísima salsa de yogur y limón. No es más que eso, 4 cucharadas de yogur griego bajo en grasa, ralladura de piel de limón y un poco de pimienta recién molida. 



¡Buen provecho!

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Bergua*


domingo, 28 de abril de 2019

Ensalada de lentejas y espárragos


¿Otra ensalada de legumbres? Pues sí, porque es una forma fácil, sana y rica de tomar hierro y proteína no cárnica. Para este #asalto iba buscando sopa o ensalada; el día amaneció caluroso, así que me apeteció más la ensalada. De hecho nos vino genial la receta, porque la preparé y nos fuimos de picnic a la playa.

La propuesta de Eva llevaba canónigos, que mira que me gustan, pero era festivo y yo tenía pepino en casa, así que eso tocó. Quedó muy bien así también. También modifiqué fue las cantidades, para que hubiera más verdura que hidratos de carbono y dejé las verduras en crudo para conservar tantas vitaminas como se pueda. Pero bueno, que ya veréis que es un plato muy nutritivo y completo. Para 2 personas:

  • 70 g de quinoa
  • 70 g de lentejas
  • 250 g de espárragos trigueros
  • 2-3 cebolletas 
  • 8 tomates cherry
  • 1 cucharada de pipas peladas sin sal
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 1 cucharada de mermelada de fruta (en mi caso de higo)
  • 1 chorrito al gusto de vinagre suave (de manzana, de vino blanco... El mío de Casablanca, el típico marroquí muy suave que me traigo de vez en cuando)
  • Sal y pimienta negra

La preparación:

1. Cocemos la quinoa durante 10 minutos; se cuece como el arroz, pero es importante poner el doble de agua que de quinoa. Yo siempre la hiervo en caldo o con agua y media pastilla de caldo concentrado.

2. Las lentejas pueden ser de lata, ya cocidas (las enjuagamos bien) o podemos cocerlas en el momento, ya que no necesitan estar a remojo como otras legumbres. No cometas el mismo error que yo, que por las prisas puse la quinoa y las lentejas juntas en la olla a presión y la quinoa se me hizo de más. En la olla a presión, en 15 minutos tenemos las lentejas listas. En olla normal, unos 45-50 minutos.

3. Mientras tanto lavamos los espárragos, retiramos la parte dura del final del tallo y cortamos en rodajitas. Cortamos en rodajitas más finas la cebolleta. 



4. En un cuenco mezclamos los tomates troceados, la cebolleta, el espárrago y las pipas. Por otra parte tenemos enfriando y escurriendo la quinoa y las lentejas.



5. Para el aliño mezclamos la cucharada de aceite, sal, pimienta, una cucharada de mermelada y un poquito de vinagre al gusto. Removemos, rociamos las verduras y mezclamos. 



6. Mezclamos las lentejas y la quinoa con el resto y finalmente coronamos con rodajas finitas de pepino. ¡Listo!


¡Buen provecho!

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domingo, 21 de abril de 2019

Rollitos de berenjena con mozarella y albahaca


¡Un mes más de viajes con Cocinas del mundo! Este mes nos vamos a Sicilia y yo he preparado una receta llamada Involtini di melanzane, es decir, rollitos de berenjena, en este caso con mozarella y albahaca y salsa de tomate.

El relleno también puede llevar bacon, jamón, otros tipos de queso... Pero esta versión vegetariana está buenísima. Fíjate que en casa no nos gusta la berenjena y esta receta se va a la lista de las 4-5 recetas con las que nos comemos la berenjena sin problema. ¡El vikingo repeló el plato y me pidió que la hiciera otro día! Así que es genial para nños y mayores que tengan el mismo problema. Estas cantidades son para 4 si es aperitivo y para 2 si es plato principal.

La calidad de las fotos de hoy es bastante mala, lo siento, pero estaba sola en casa, era de noche y entre la mala luz y mi ataxia, no pude hacer más. Normalmente mi vikingo me abraza por detrás y me ayuda a mantener los brazos firmes para poder hacer fotos decentes ;)

Esta es una versión más ligera que la clásica, ya que la berenjena la vamos a hacer a la plancha, en lugar de frita. Pero os prometo que queda absolutamente deliciosa. En cuanto al queso, se puede usar parmesano o pecorino, pero ya que estamos dándole un homenaje a Sicilia, tiene más sentido utilizar pecorino.

  • 2 berenjenas largas
  • 200 g de mozarella fresca
  • 20-25 hojas de albahaca fresca
  • 400 g de puré de tomate (passata di pomodoro)
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 3-4 cucharadas de pecorino rallado
  • Sal y pimienta

La preparación:

1. Lavamos la berenjena, cortamos las puntas y la cortamos en lonchas con una mandolina o un cuchillo afilado. Ni muy gruesas ni muy finas; medio centímetro como mucho.




2. Pasamos a cocinar la berenjena a la plancha (en una carmela, como se dice en mi zona). No hace falta aceite, pero sí un poco de sal.



3. En un extremo de la loncha de berenjena, colocamos una hoja de albahaca y encima un trozo de mozzarella. Enrollamos la loncha sobre el queso y sobre sí misma y si queremos atravesamos con un palillo para que mantenga la forma.




4. En una sartén, preferiblemente una que luego pueda ir al horno, calentamos el aceite. Vertemos el puré de tomate, 2-3 cucharadas de agua, sal y pimienta. Añadimos también unas hojitas de albahaca. Cocemos a fuego medio durante unos 3 minutos.

5. Entonces repartimos los rollitos por la sartén. Normalmente se les dan unos 5-8 minutos, se espolvorea el queso rallado y listo. Pero yo añadí un paso más porque sabía que la berenjena tan poco cocinada no me iba a gustar.



6. Pintamos los rollitos por arriba con un poco de la propia salsa de tomate. Horneamos a 190º en el horno precalentado durante 10-15 minutos. Espolvoreamos con el queso rallado, decoramos con unas hojitas de albahaca y listo.





¡Buen provecho!

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viernes, 19 de abril de 2019

Animalitos de pan


Bueno, esta receta la hice inicialmente pensando en que fueran conejitos de pascua, como esos que se ven en Instagram. Pero mis conejitos parecen de un anuncio de Dove; vienen en todas las formas y tamaños. Así que los he llamado animalitos y ya cada cual que decida si ve ranas, gatos, conejos, ratoncitos...

Eso sí, buenos salieron estos panecillos. Con esta receta salen unos 16, según el tamaño que les demos. Esta basada en esta.

  • 300-360 g de harina de trigo
  • 1 huevo
  • 230 g de creme fraiche (crema agria)
  • 60 ml de agua
  • 1 paquete de levadura activa seca (unos 10 g)
  • 1 cucharada de azúcar moreno (en mi caso mascabado de caña)
  • 2 cucharadas de mantequilla
  • 1 cucharadita de sal
  • Granos de pimienta (para hacer los ojos)
  • Un poco de leche para pincelar

La receta:

1. En una olla vertemos la mantequilla, la crema agria y el agua y la ponemos al fuego para calentar (que no cocinar) la mezcla.


2. Por otra parte mezclamos la harina, la levadura y la sal en un recipiente.


3. Apartamos la olla del fuego y cuando la mezcla esté tibia, añadimos el resto de ingredientes y mezclamos.

4. Amasamos a mano (6-8 minutos) o a máquina, recogemos la masa que se quede en los laterales y la incorporamos. El resultado debe ser una masa elástica; al presionar un poco con los dedos, debe volver a su forma. 


5. Cubrimos con un paño y dejamos levar durante un mínimo de 10 minutos para que la masa crezca.

6. Cortamos en unos 16 trozos iguales. Les damos forma un poco ovalada, como un huevo y los vamos colocando sobre papel de horno en una bandeja de horno. 


7. Antes de que la masa se seque, hacemos dos cortes a cada lado de la cara con unas tijeras; tendrá que ser un corte de masa alargadito para que parezcan orejas. Es importante redondear las puntas para que no acaben pareciendo gremlins. También es importante que las orejas descansen sobre la cabeza para que no se tuesten antes de que los panecillos estén cocidos.

8. Para los ojos, podemos simplemente pinchar con un palillo, pero para asegurarnos de que no se cierren los agujeros al hornear, yo uso granos de pimienta. También se pueden usar pasas de grosella, clavo o similar. 


9. Cubrimos los panecillos y volvemos a dejar levar, esta vez durante unos 30 minutos y en un lugar caliente, por ejemplo sobre la parte de arriba del horno, mientras que lo precalentamos.

10. Finalmente pincelamos con leche y horneamos a 190º durante 15-20 minutos, hasta que tengan un color doradito. Dejamos que reposen fuera del horno durante unos 5 minutos sobre una rejilla y listo.

* Los ojos no hace falta retirarlos, pero lo recomiendo si los panecillos son para niños y los ojos son de pimienta.


¡Buen provecho!

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miércoles, 3 de abril de 2019

Cocina medieval en Escandinavia


El otoño pasado, mi vikingo y yo hicimos un curso-taller sobre cocina medieval en Dinamarca y Escandinavia en un antiguo monasterio en Esrum. Estuvo genial. Cocinamos al aire libre, aprendimos mucho sobre historia y gastronomía y hasta nos dieron un diploma.
El taller se distinguía en tres partes: Cocina nobiliaria, cocina campesina y cocina monástica. Porque no todas los niveles de la sociedad tenían a su alcance los mismos ingredientes ni los mismos instrumentos para cocinar.

Hoy os enseño y os cuento algunas de las cosas que aprendimos sobre la gastronomía medieval danesa en Esrum Kloster, el Monasterio de Esrum. Ya veréis que las recetas van bastante a ojo e intuición.
Evidentemente no hace falta que hagáis vuestra propia mantequilla ni que os pongáis a moler vuestra propia harina de centeno para probar las recetas, al igual que se pueden adaptar a una cocina moderna y hacerlas a la plancha al horno. Pero si tenéis ocasión, os animo a hacerlo de la forma más tradicional posible, para entender el esfuerzo que llevaba entonces y porque el sabor de las brasas obviamente le da a las recetas un sabor característico.

Cocina campesina (Bondens køkken)

Anillos de manzana (asada con miel y mantequilla) (véase la foto principal)
  • 1 manzana
  • 1-2 claras de huevo
  • Harina
  • Mantequilla
  • Miel

1. Cortamos la manzana en rodajas o en gajos y retiramos el centro con las pepitas.

2. Remojamos la manzana en claras de huevo y después las pasamos por harina. Dejamos que se sequen un poco y sacudimos con cuidado para deshacernos del exceso de harina.

3. Calentamos una nuez de mantequilla en la parrilla y cocinamos nuestros trozos. 

4. Cuando hayan tomado colorcito, las sacamos, las rociamos con un poco de miel y las disfrutamos antes de que se enfríen.



Gachas verdes de avena

En la Dinamarca de hoy son muy populares las gachas, tanto en frío como en caliente, de frutas y de cereales, pero nunca había probado unas gachas saladas como estas. 
  • 3 dl de agua
  • Las hojas de 1 ramita de salvia fresca
  • Las hojas de 1 ramita de perejil fresco
  • Las hojas de 1 ramita de hisopo fresco
  • 1 dl de copos de avena
  • 1 y 1/2 cucharada de uvas pasas
  • Un poquito de azúcar
  • Un poquito de mantequilla
  • Una pizca de sal
1. Mezclamos todos los ingredientes en un cuenco; las hierbas más o menos picadas, al gusto. 

2. Vertemos en la olla; en este caso, una olla de hierro sobre la hoguera. 

3. Removemos y, cuando espese, devolvemos al cuenco y a comer.




Cocina monástica (Klosterkøkken)

Tortas de pan
  • 3 cucharadas de harina de trigo
  • 6 cucharadas de agua
  • 1 cucharada de miel
  • Un pellizco de sal
1. Mezclamos los ingredientes en un cuenco y removemos. Tiene que quedar una consistencia de gacha o de pasta de dientes. Con las medidas que nos dieron quedaba demasiado líquida la masa, así que yo añadí más de todo hasta que quedé satisfecha.

2. Calentamos una nuez de mantequilla sobre un hierro plano en la parrilla, sobre la hoguera. Vertemos la masa sobre la mantequilla caliente y la extendemos un poco para formar tortas.

3. Cuando un lado haya tomado color, ponemos un poco de mantequilla sobre el pan y le damos la vuelta. Cuando esté cocinado y tenga buen color, lo sacamos. Y por supuesto un danés le untaría entonces más mantequilla ;)




Mantequilla batida (vamos, mantequilla casera, hecha a mano)
A primera hora hicimos mantequilla y el resto del día la aprovechamos en todas las demás recetas. 
  • Nata líquida
1. Esto no tiene mucho misterio, solo hace falta músculo y paciencia. Se echa la nata en la zambomba y se zambombea hasta que la mantequilla se espesa y se separa del suero de leche. El suero lo vertemos en un cuenco y se aprovecha como bebida o para cocinar. El resto es nuestra mantequilla. 


Sopa de ayuno 
  • 1 cebolla
  • 1 dl de copos de avena
  • 0,5 dl de agua
  • 1 cucharada de mantequilla
  • 1 tallo de col rizada (kale)
  • Sal al gusto
  • Powdour fort; mezcla de especias medieval: 1 cucharadita de jengibre, 1/2 cucharadita de clavo, 1/2 cucharadita de pimienta. Todo molido en mortero.



Cocina nobiliaria (Stormandsgårdens køkken)

Galletas de pimienta 
En esta receta medieval se inspiran unas galletitas que no puede faltar en ningún hogar danés en torno a la Navidad.
  • 2-3 vainas de cardamomo (5 semillas)
  • 5 semillas de pimienta negra
  • 2 cucharadas de harina de centeno
  • 2 cucharadas de harina de trigo
  • 2 cucharadas de mantequilla
  • 1 pellizco de jengibre en polvo o fresco bien picadito
  • 1 y 1/2 cucharadas de sirope

1. Abrimos un par de vainas de cardamomo y echamos 5 semillas al mortero junto con las semillas de pimienta. Las molemos.

2. Lo siguiente que necesitamos es harina de centeno y por supuesto la tuvimos que moler nosotros mismos en ese torno que veis en la imagen. Mezclamos en un recipiente los dos tipos de harina y la mantequilla.

3. Incorporamos el jengibre, el cardamomo y la pimienta. Mezclamos y se harán grumos; es normal que la masa se desmigue a esta altura.

4. Añadimos entonces el sirope y amasamos hasta que los ingredientes estén bien mezclados y la masa se vea fina y uniforme.

5. Con pellizcos de masa hacemos tortitas finas. Calentamos una nuez de mantequilla en la placa de hierro sobre la hoguera y cocemos nuestras galletas. Cuando tengan color por los dos lados, están listas (unos 5 minutos por cada lado).

6. Les damos un par de minutos de reposo antes de probarlas para que alcancen su textura crujiente.


Espinacas a la húngara (También aprendimos este guiso, pero no tenemos pruebas del delito porque le pusieron rúcula y odio la rúcula con pasión, así que no la probé.)
  • 150 g de espinacas (se puede usar también rúcula, como digo)
  • 1 cebolla morada
  • 1 cucharada de cilantro 
  • 1/2 dl de vinagre de vino
  • 1 dl de agua
  • 1 cucharada de mantequilla
  • Una pizca de sal
  • Una pizca de azúcar
  • Powdour blanche; mezcla de especias medieval: 1 cucharadita de jengibre, 1/2 cucharadita de canela, 1/2 cucharadita de nuez moscada. Todo molido en mortero.
1. Lavamos las espinacas y se cortan con las manos en trozos toscos. 

2. Cortamos la cebolla y la colocamos en el fondo de una olla de hierro cubierta por las espinacas.

3. Vertimos el agua y el vinagre en la olla y se hierve hasta que casi se haya quedado sin líquido.

4. Entonces incorporamos las especias y la mantequilla; sal y pimienta al gusto. Mezclamos, le damos un minuto para que se caliente y listo.



Y por último aquí os dejo una imagen del patio del convento, que fue donde pasamos el día cocinando. Espero que hayáis disfrutado.



¡Buen provecho!

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