Me encantan las recetas con hojaldre, no es ningún secreto, así que cuando empezó la moda de los cronuts (donuts con masa de cruasán), me pareció fantástico. Peeero vivo en Dinamarca, que no es precisamente la meca de las modas culinarias, y así llegué hasta el 2016 sin probarlos. Dicen por ahí que se pueden comprar en cualquier confitería, pero déjame que te diga que eso será en Nueva York, porque aquí desde luego, no.
Total, que un día hice una receta con hojaldre y me sobró un pedazo de la placa de masa, y se me ocurrió que podría reciclar haciéndome mis propios cronuts, pero eso sí, al horno. Que sí, que ya, que la masa de hojaldre no es sana ni con espinacas, pero no hay porqué abusar y además, en la comida casera al menos, me gusta más el horno que freír.
En fin, que no sabía que saldría de este experimento, pero funcionó y me gustó mucho, de hecho, así que lo comparto con vosotros por si os ayuda a quitaros un antojo ;)
A mí personalmente no me gusta el glaseado, así que a veces hago un sirope rápido de miel y limón, pero vamos, que también podéis decorar con nutella, espolvorear con azúcar o lo que os apetezca.
Ya digo que esta es una receta de reciclaje; tenía un poco menos de media placa de masa, así que a mí solo me dio para dos cronuts, pero si tenéis más masa, obviamente saldrán más; también en función del tamaño. Os digo lo que yo utilicé para dos cronuts:
- Aprox. 1/2 placa de masa de hojaldre fresca y fina (las congeladas que venden en España son muy gruesas) ¡Y ya está! ¡No hay más ingredientes!
Para el sirope de limón y miel:
- 1 cucharada de miel
- 2 cucharadas de agua
- 1 cucharada de limón
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
La preparación:
1. Doblamos la masa sobre sí misma tres veces o cortamos tres cuadrados y los colocamos uno encima del otro sin arrugas.
2. Con la cara ancha de un vaso cortamos un círculo; eso será nuestro cronut.
3. Entonces hacemos el agujerito en el centro; no muy grande, porque estamos haciendo donuts, no rosquillas. Yo uso el tapón de una botellita del tamaño de mi dedo índice.
4. Esparcimos un poco de harina sobre un trozo de papel de plata un ahí colocamos nuestros cronuts, que irán sobre una bandeja de horno. Crecen a lo alto, así que no hace falta que el espacio entre ellos sea enorme.
*Si quieres, puedes barnizar la parte de arriba de la masa con leche, pero adquieren buen color igualmente.
*Si quieres, puedes barnizar la parte de arriba de la masa con leche, pero adquieren buen color igualmente.
5. En el horno precalentado les damos 12-14 minutos a 180º en la posición de calor arriba y abajo; en mi horno tardan exactamente 13 minutos en adquirir el tono que me gusta.
6. Después los dejamos enfriar sobre una rejilla para que no suden.
- Y si queremos probarlos con sirope, como yo hago a veces, el proceso es el siguiente. A mí me gustan los sabores ácidos, pero si a vosotros os gustan menos, podéis echar más limón o nada de limón, más miel, añadir azúcar... Es cuestión de ir probando.
7. En una olla mezclamos el agua, la miel, el limón y la vainilla. Calentamos a fuego medio-alto y lo llevamos a ebullición. Hay que remover de vez en cuando.
8. Dejamos hervir unos 5 minutos removiendo y se irá espesando y reduciendo.
9. Finalmente rociamos los cronuts con el sirope; si vamos a decorar con perlas o cualquier otra cosa, es mejor hacerlo ante de que el sirope se enfríe, para que se pegue. En la foto, mi cronut lleva virutas de mora deshidratada.
También se puede hacer un sirope menos espeso y sumergir el cronut entero en él para que se empape, pero yo hago una versión un poco más ligera.
¡Buen provecho!