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domingo, 21 de julio de 2019

Rollitos de mozarella: Verano danés


¡Hemos llegado al reto veraniego de Cocinas del mundo! (Especial verano) 🌞 

Normalmente elijo una receta típica de un país concreto; esta vez la receta es creación original mía, pero he escogido productos e ingredientes indispensables en el verano danés. Así que, abróchense los cinturones ¡y vámonos a Dinamarca! (Bueno, yo ya os espero aquí jeje)


Os traigo dos rollitos, estilo pionono, pero sin masa; los ingredientes se envuelven en una placa de mozzarella fresca. Estas placas de mozzarella son un producto relativamente nuevo en Dinamarca y son un éxito en verano, cuando la gente hace barbacoas casi cada día y como acompañamiento se preparan rollitos como los que yo os traigo hoy con rellenos varios.
El primer rollito lleva 
salmón ahumado y una pasta casera de ajo de oso con miel. ¿No conoces el ajo de oso? Es una planta conocida como el ajo del norte y que invade los bosques de Dinamarca en primavera y principios de verano. Aquí puedes ver mis recetas con ajo de oso y leer más sobre el tema. El segundo rollito os recordará sin duda a la ensalada caprese italiana, y es que los ingredientes son tomate, albahaca y mozzarella. Es una combinación muy apreciada entre los daneses, cuya cocina actual muestra mucha influencia internacional. 
También se pueden rellenar con jamón serrano, melón, jamón de pavo, atún, sobrasada, pesto, tortilla francesa...
Por último, aconsejo acompañarlos de algo crujiente para crear contraste. Yo los sirvo con hojas de lechuga romana y por supuesto pan vikingo.

Rollito de salmón y ajo de oso:
  • 1 placa de mozzarella fresca (130 g)
  • Aprox. 80 g de salmón ahumado en lonchas
  • 150 g de ajo de oso
  • 2 cucharadas de miel
  • 1 dl de aceite de oliva
Rollito caprese:
  • 1 placa de mozzarella fresca (130 g)
  • Aprox. 6 tomates cherry, según el tamaño.
  • Aprox. 20 hojas de albahaca fresca
  • Sal marina
  • Aceite de oliva

La preparación:

1. Lo primero será abrir nuestra placa de mozzarella. Para enrollarla utilizo la misma técnica y el mismo instrumento que para hacer sushi; una alfombrilla de tablillas. La cubrimos con plástico de cocina para protegerla y desenrollamos sobre ella la mozzarella.


2. Lo siguiente ya es rellenar. En una de las placas untamos con la pasta de ajo de oso y miel y cubrimos con trozos de lonchas de salmón ahumado. En la otra placa pincelamos con un poquito de aceite de oliva y espolvoreamos con  escamas de sal marina. Cubrimos con hojas de albahaca fresca y tomate a trocitos.


 

3. Entonces enrollamos cada placa sobre sí misma con ayuda de la alfombrilla. Finalmente prensamos.


4. Ya podemos cortar los rollitos con un cuchillo afilado y disfrutarlos.





¡Buen provecho!

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Bergua*






domingo, 14 de julio de 2019

Tarta de queso "La Viña"


He hecho y probado muchas tartas de queso a lo largo de los años, pero creo que me quedo con esta del restaurante donostiarra "La Viña". Es una tarta de queso horneada, típica de San Sebastián y famosísima en El País Vasco. Es un misterio y una pena que no se conozca más en el resto de la Península.
A mí me llegó el eco a través de mis compañeras de La cajita y en seguida me puse a investigar su historia y preparación tradicional. Es resultado no tiene nada que ver con la tarta de queso neoyorquina, que se hace sin horno, con base de galletas y mermelada por encima. Yo no le hago ascos a ninguna, pero la textura cremosa de esta tarta y el aroma a tostado del horneado la hacen irresistible. Es delicada y aún así, muy fácil de lograr.
Yo el día de las fotos hice una tartita pequeña, con un tercio de los ingredientes. Aquí os dejo las cantidades originales:

  • 570 g de queso crema de untar (tipo Philadelphia, marca la que os guste)
  • 200 g de azúcar (en mi caso Sukrin, sin calorías)
  • 4 huevos
  • 280 ml de nata líquida de 35-38% MG
  • 1 cucharada sopera de harina


La preparación:

1. Mezclamos todos los ingredientes con un robot de cocina, batidora, varillas o a mano, si no queda otra. Ya veis que no hay problema. Queda una masa totalmente líquida.
* Hay quien bate el queso durante unos 5 minutos antes de mezclarlo con lo demás.


2. Forramos un molde para horno con papel de hornear y vertemos en el nuestra mezcla.


3. Metemos nuestra tarta al horno precalentado a 220º y le damos 40-45 minutos (si la hacemos más grande, le damos unos 10 minutos más) con calor arriba y abajo, no con ventilador. Es importante dejar que tome color doradito pero que no se queme; el centro debe quedar más clarito que los bordes. Si vemos que está tomando demasiado color, cubrimos con papel de aluminio.

4. Pasado ese tiempo, apagamos el horno, dejamos la puerta del horno entornada y dejamos que la tarta se vaya enfriando gradualmente. La tarta seguirá líquida en el centro, es normal; cuajará en el tiempo de reposo. Igualmente, a medida que se vaya enfriando, tomará la forma tradicional en la que los bordes quedan más altos que el centro.


5. Cuando puedas agarrar el recipiente sin quemarte (unas 5 horas), pasamos la tarta al frigorífico para que termine de cuajar. Lo ideal es dejar que pase una noche al frío. Una vez fría, la sacamos del molde y retiramos con cuidado el papel (sale sin dificultad ninguna).

6. Para degustar es mejor que esté a temperatura ambiente, así que la sacaremos de la nevera 30-60 minutos antes de servirla, según el calor que haga.



¡Buen provecho!

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Bergua*