Este mes nos vamos a Rusia con Cocinas del mundo y os traigo unas preciosas Тетёрки с маком, unas galletas rituales rusas muy artísticas que se preparan en familia durante la fiesta del equinoccio solar (22 de marzo), cuando el sol empieza a brillar con más intensidad en el distrito de Kargopolsky, región de Arjánguelsk. La forma redonda de las galletas simboliza precisamente el sol.
Con el tiempo, los ritos mágicos asociados con la llegada de la primavera se han perdido, pero se conserva todavía la costumbre de preparar estas galletas para ocasiones especiales como las bodas. Las volveré a hacer, porque prepararlas tiene ya de por sí el mismo efecto terapéutico que trabajar con arcilla, pero encima luego pude ir regalando galletas por todo el vecindario y en el autobús y, la verdad, lo de repartir alegría siempre ha sido medicinal ;)
De sabor no son nada espectacular, todo hay que decirlo; lo que me gustó mucho es el concepto y los diseños. Así que para la próxima dejaré a un lado la receta original y probaré con una masa que sepa que me guste.
De sabor no son nada espectacular, todo hay que decirlo; lo que me gustó mucho es el concepto y los diseños. Así que para la próxima dejaré a un lado la receta original y probaré con una masa que sepa que me guste.
He de admitir que me costó mucho decidirme por una receta, porque la gastronomía rusa no me atrae sobremanera. Pero no tengo duda ninguna de que tendré mejor impresión de ella una vez que admire las recetas de mis compañeros de viaje. Ya me pasó cuando fui de viaje en Polonia, que probé varias joyas gastronómicas que nunca hubiera pensado que me gustarían tanto. Pero bueno, que me enrollo. El caso es que no veía claro ningún plato, bien porque no me apetecían los ingredientes, o bien porque mi limitadísima cocina de alquiler (¡solo me quedan 2 meses aquí!) no me permitía prepararlos, pero fue ver estas galletas y, aunque la receta estaba en ruso, lo tuve claro ;) Para aproximadamente 15 galletas:
- 400 g de harina de centeno
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 1/3 cucharadita de sal
- 2-3 cucharadas de miel
- 200 ml de agua
- 3 cucharadas de semillas de amapola
La preparación:
1. Mezclamos la harina con la sal y tamizamos. Añadimos las semillas de amapola, mezclamos y entonces incorporamos el aceite, la miel y, por último, el agua.
2. Amasamos (debe quedar elástica, no pegajosa) y envolvemos la masa con papel film. La dejamos reposar durante 20-30 minutos.
3. Pellizcamos partes de la masa y formamos cordones de un grosor aproximado de 0,5 cm. La técnica que yo prefiero consiste en formar la serpiente rulando entre las manos y, al final, pasar la serpiente a papel de horno y rular hacia delante sobre el papel ayudándonos de los dedos para afinar el cordón.
4. Ahora ya podemos entretenernos formando las galletas, cada una con sus diseños y dibujos. Lo mejor es hacerlo sobre papel para hornear en una bandeja para horno.
5. Finalmente horneamos en el horno precalentado durante 15-20 min. a 190º, hasta que estén ligeramente doradas (importante controlar el tiempo, varía según el horno). Después las dejamos enfriar sobre rejilla para que no suden.
* Se comen frías y, si se almacenan en un recipiente hermético una vez se hayan enfriado, ¡aguantan hasta un año!
- Mi receta viene de aquí.
¡Buen provecho!
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Bergua*
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P.D. Aquí al final os dejo algunos de los motivos más populares:
