Para darle un toque mágico a tus platos de vez en cuando, sean de carne, de pescado, tofu o incluso verduricas. También he oído maravillas de la tortilla de patatas con cebolla caramelizada y el cus-cus con cebolla caramelizada es de mis preferidos. ¡Será cuestión de probar! Mañana os cuento para qué plato en concreto he preparado esta guarnición ;) Para unas 4 personas:
- 300g de cebolla blanca (2 medianas o 3 si son más pequeñas)
- 45-50g de aceite (unas 3 cucharadas)
- 15g de vinagre (1 cucharada) Yo utilizo el vinagre marrroquí del que os hablaba cuando hice gazpacho.
- 1/2 vaso de vino dulce. Yo utilizo moscatel, pero también vale jerez, oporto, marsala, mistela...
- 35g de azúcar moreno (o blanco) (unas 2 cucharadas colmadas)
- 1 pizca de sal
La preparación:
- Se pone a calentar en una cacerola u olla el aceite a fuego bajo (en vitrocerámica a 2).
- Se corta la cebolla en juliana.
- Una vez el aceite esté caliente, se añaden la sal y la cebolla y se deja cocinar a fuego lento hasta que quede blanda y transparente.
- Después se añaden el vinagre, el vino y el azúcar, se sube la temperatura a media-alta (5 en vitrocerámica) y se deja caramelizar durante 10-15 minutos removiendo con frecuencia para evitar que se pegue o se queme. El tiempo dependerá de la cantidad de líquido y de la potencia del fuego. Ha de quedar denso, no caldoso, y ha de tomar color.
- Una vez lista, se coloca en un colador o chino con un cuenco debajo para que vaya soltando el exceso de líquido.
¡Buen provecho!
Dato:
Si no la utilizáis toda, se conserva bien durante una semana en el frigorífico. Mejor en un recipiente tapado.
Bergua*
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