He probado muchas recetas de cookies (galletas americanas) a lo largo de los años y me quedo con mis "cookies para desesperados" y esta otra que os traigo hoy, que he llamado "cookies pecado" porque son una bomba, pero son perfectas para darse un gusto del bueno. Para estas me basé en una receta americana de pynchofyum.
Hace ya muchos años hice una receta de galletas americanas que me gusta porque lleva menos mantequilla de lo habitual y es una receta rapidísima; por eso las llamo "cookies para desesperados". Nunca he tenido quejas, más bien todo lo contrario, pero os explico para que podáis elegir: Las Pecado quedan crujientes en los bordes y húmedas por dentro, con más altura, mientras que las de desesperados quedan más abizcochadas y más planas. Y se tarda el mismo tiempo en hacer unas y otras (¡menos de 30 minutos!); son rápidas porque se puede fundir la mantequilla, no hace falta esperar a que se ponga blanda a temperatura ambiente.
Como suelo hacerlas cuando tengo invitados o para regalar, siempre hago el doble, pero con estas cantidades salen 12-20, según el tamaño; evidentemente podéis hacer la mitad, el doble o lo que queráis ;)
- 113 g de mantequilla con sal
- 100 g de azúcar blanco (o moreno)
- 50 g de azúcar mascabado (panela, azúcar moreno húmedo)
- 1 cucharadita de vainilla
- 1 huevo
- 120 g de harina (no de fuerza; harina de trigo normal y corriente refinada)
- 1/2 cucharadita de levadura química
- 1/3 cucharadita de sal fina
- 75-100 g de chocolate (yo mezclo puro y de leche para dar más contraste y que no quede demasiado dulce; no hace falta comprar chips, se puede trocear una tableta)
La preparación:
1. Fundimos la mantequilla en el microondas o al fuego; ¡que no hierva! Calentamos hasta que más de la mitad se haya fundido y el resto esté blando y se funda con el calor residual al remover. Menos de un minuto en el microondas debería ser suficiente para esta cantidad.
2. Batimos bien la mantequilla y el azúcar para disolver el azúcar y hacer una crema, recomiendo usar varillas o batidora.
3. Añadimos la esencia de vainilla y el huevo y batimos durante unos 10-15 segundos a velocidad mínima, para no pasarnos con el huevo, o las galletas quedarán duras.
4. Ahora añadimos la harina, la levadura química y la sal y mezclamos. Yo en este paso dejo la batidora y mezclo a mano con una espátula, para no arriesgarme a que el huevo se lo tome a mal y me arruine la receta. Vamos mezclando hasta que la masa quede húmeda pero manejable, sin nada de harina sin mezclar.
5. Ahora incorporamos los trozos de chocolate y mezclamos. Como digo, no hace falta que sean chips, vale con una tableta de chocolate troceada a cuchillo. Y yo mezclo chocolate puro y con leche para no pasarme de dulce y crear contraste.
6. Ahora toca formar bolas con la masa; yo las hago aproximadamente del tamaño de una nuez grande, pero podéis experimentar y ver cómo os gustan.
7. Las colocamos sobre papel de hornear en una llanda (bandeja para horno) con distancia entre ellas, porque se expanden en el horno. 6-9 bolas por bandeja, según el tamaño de tu horno. Yo no las hago todas a la vez; cuando saco una remesa del horno, la pongo a enfriar y meto la siguiente al horno.
8. ¡A hornear! El horno debe estar precalentado a 180º y a las galletas les daremos 9 minutos, como mucho 11, si tu horno va flojito, con calor arriba y abajo, sin ventilador, y en la mitad del horno. Si te pasas también estarán buenas, pero ya no tendrán la textura húmeda y blandita por dentro. Son muy frágiles recién salidas del horno, por cierto.
9. Lo más difícil: Las dejamos reposar y enfriar sobre una rejilla durante una media hora (puedes trasladarlas con una espátula metálica o no moverlas del papel). Pasado ese tiempo estarán mucho más buenas, habrán quedado crujientes en los bordes y serán manejables.
¡Y ya está! Dicen que las galletas se pueden congelar y que aguantan bien en un recipiente hermético. Nunca he tenido ocasión de comprobarlo porque desaparecen ;)
¡Buen provecho!
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