Hoy traigo una coca improvisada de esas que hago para comer espinacas y otros verdes sin enterarme mucho. Lleva palitos de cangrejo y espinacas porque es lo que había en el congelador, pero un buen hojaldre, queso y huevo son un perfecto camuflaje para algunas de esos otros ingredientes que nos cuesta más comer.
- 1 paquete de masa quebrada
- 500g de espinacas
- 100g de queso de cabra (también valen otros, como feta)
- Palitos de cangrejo o surimi
- 150ml nata
- 2 huevos
- 1 cebolla
- 3 dientes de ajo
- 1/2 cucharada de nuez moscada
- Pimienta negra y sal
La preparación:
1. Colocamos la masa en un molde y la pinchamos por la base con un tenedor para evitar que se hinche al precocerla. Entonces la metemos al horno a 180º durante unos 15º o hasta que veamos que se empieza a cocer la base, sin dejar que se tueste.
3. Después repartimos sobre la masa precocida.
4. Cortamos los palitos de cangrejo en rodajitas y cortamos también el queso a trozos como prefiramos. Los repartimos también sobre la masa y las espinacas.
5. En un recipiente mezclamos la nata, los huevos batidos, la pimienta negra y la nuez moscada. Mezclamos bien. Otra opción es mezclar en el recipiente de la salsa las espinacas y la cebolla, verterlo sobre la masa y luego añadir el queso y los palitos de cangrejo.
6. Cubrimos con la salsa el resto de los ingredientes y horneamos a 180º durante 20-30 minutos, hasta que el huevo esté cuajado y la masa cocida del todo.
¡Buen provecho!
Bergua*
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