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domingo, 28 de abril de 2013

Gratinado de coliflor con pollo a la naranja




Una cena sana y sencilla, que además hace que comer verdura sea un gusto. Está MUY bueno, de verdad. Ingredientes para 2 personas:





  • 350 g de coliflor 
  • 200 g de pechuga de pollo
  • 1/2 naranja (Yo usé una sanguina entera porque son más pequeñas, de ahí el color rojizo)
  • 1/2 cebolla
  • 250 ml de bechamel o salsa mornay
  • 125 g de mozarella fresca (admite otros quesos)
  • Sal marina y pimienta negra
  • 1/2 pastilla de caldo de pollo 

La preparación:

1. Horas antes de ir a cocinar, cortamos el pollo en trocitos pequeños, exprimimos la naranja y dejamos el pollo macerando en el zumo durante unas horas.





2. Limpiamos la coliflor. Los 350 g son sin tronco y sin hojas externas. La hervimos en ramilletes con la media pastilla de caldo de pollo. Otra opción es cocinarla al vapor, pero le restaremos sabor al plato.


3. Precalentamos el horno a 220º.


4. Mientras tanto, en una sartén, rehogamos la cebolla y en cuanto tome algo de color salteamos junto con ella el pollo en su jugo de maceración.



5. Cuando la coliflor esté hervida, la sacamos del agua, la escurrimos y la repartimos por el fondo de un recipiente para horno y salpimentamos. Añadimos repartidos sobre ella los pedazos de pollo con la cebolla y el jugo que haya quedado.




 6. Sobre la coliflor y el pollo repartimos la mozarella fresca desmigada, mozarella rallada, tranchetes, feta en cubitos... El queso que nos apetezca. En este caso, utilicé mozarella fresca desmigada. Finalmente añadimos la salsa.


7.  Le damos unos 20 minutos de horno. Dejamos que se dore o incluso se tueste por arriba, pero sin dejar que se queme. Cuando esté listo, lo dejamos reposar un par de minutos fuera del horno y después servimos. ¡A chuparse los dedos! 


  ¡Buen provecho!




Bergua*

martes, 23 de abril de 2013

Huevos-flor


A mi vikingo le encantan los huevos, así que se me ocurrió hacer algo especial para alegrarle el plato a la vez que le añado verdura. Es una forma genial de que los niños se habitúen al sabor del pimiento. No hace falta gastarse un duro en moldes ni accesorios de cocina. Esto es todo lo que necesitamos:




  • 3 huevos
  • 1 pimiento rojo o 2 pimientos, uno de cada color. El rojo es el más dulce, así que es mejor para iniciar a los niños en el mundo de las verduras.
  • 2 tallos de cebollino o de ajete
  • Aceite de oliva
  • Especias: sal marina, pimienta negra, hierbas... Al gusto.
  • Para acompañar, yo propongo un poco de pan integral tostado y queso feta en taquitos.


La preparación:

1. Lavamos los pimientos y cortamos los aros de 1 cm a 1 y 1/2 empezando por la mitad del pimiento. Cortamos tantos aros como huevos fritos vayamos a hacer.


2. Ponemos 1-2 cucharadas de aceite a calentar a fuego medio-alto en la sartén y añadimos el cebollino o el ajete picadito. Enseguida incorporamos las flores de pimiento y dejamos que se cocinen un par de minutos por cada lado (el tiempo dependerá del grosor).



3. Sin dejar que el pimiento se cocine del todo, abrimos con cuidado un huevo dentro de cada molde de flor (A mí en el verde se me rompió la yema). Es normal que rebase y parte se salga del molde. Dejamos que se cocine y lo vamos retirando con cuidado.




 4. Especiamos al gusto y recogemos el cebollino o el ajete de la sartén para colocarlo sobre los huevos.

5. Dejamos que se vayan cuajando hasta que estén a nuestro gusto y después los sacamos con una espátula y los servimos. ¡No tiene más misterio!




¡Buen provecho!


 Bergua*

sábado, 20 de abril de 2013

Ensalada de espárragos, fresa y feta


Esta es una guarnición de esas buenas, bonitas y baratas de verdad.  También puede ser cena de plato único, pero en casa esta  vez lo hemos disfrutado de acompañamiento para unas chuletitas de cordero con ajo y perejil. Las cantidades van mucho al gusto y según los comensales.


  • Un ramillete de espárragos verdes (yo prefiero que no sean demasiado gruesos)
  • Queso feta
  • Un puñado de fresas/fresones
  • Un pellizco de sal marina
  • Aceite de oliva


La preparación:

1. Lavamos los espárragos. A mí me gustan finitos, así que aunque no los compro gruesos, a menudo los corto por la mitad para que sean aún más finos.
2. Calentamos aceite de oliva a fuego medio-fuerte en una sartén o una plancha y echamos los espárragos. Los movemos de vez en cuando para que se cocinen de forma uniforme y añadimos una pizca de sal marina a media cocción.
3. Cuando los espárragos estén tiernos y a nuestro gusto, los servimos y sobre ellos repartimos el feta cortado en cubitos y las fresas sin tallo y cortadas en láminas gruesas o trozos, como prefiramos. ¡Listo!


¡Buen provecho!


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Bergua*



miércoles, 10 de abril de 2013

Risotto de champiñones

La verdad es que, para no gustarme los champiñones, este plato me encantó, así que os animo a que le deis una oportunidad aunque el ingrediente principal no sea santo de vuestra devoción. El sabor de los champis es discreto y, con queso, todo sabe bien =) 






  • 300-500 g de champiñones
  • 150g de bacon en lonchas
  • 200 g de arroz para risotto (arroz arborio o de grano corto y anocho, por ejemplo, aquí en Dinamarca, se puede usar grødris pudding rice en inglés)
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cebolla picada finito
  • 1 nuez de mantequilla (25 g)
  • Aprox. 100g de queso parmesano o Grana Padano
  • Prejil
  • 1 cucharadita de aceite de oliva
  • 1/2 vaso de vino blanco seco
  • 1/2-1 l. de caldo caliente vegetal (puede ser agua y una pastilla)


La preparación:

1. Ponemos el caldo a hervir porque debe estar bien caliente cuando lo añadamos al arroz.

2. Limpiamos los champis, los laminamos y los sofreímos con aceite, ajo y perejil. Irán soltando su agua.



3. Mientras tanto, distribuimos las lonchas de bacon sobre papel de horno y lo metemos al horno durante 18 min. a 200º. 




4. Cuando esté listo, colocamos las lonchas sobre papel de cocina para que se absorba el exceso de grasa. Después machacamos en un mortero.


5. Ponemos otra sartén a calentar con una nuez de mantequilla y sofreímos un diente de ajo picado y la cebolla. Añadimos el arroz en seco y sofreímos durante 1-2 minutos moviendo para que no se queme.




6. Después echamos también los chapis y el vino blanco, removemos y dejamos evaporar.

7. Antes de que se quede sin líquido, añadimos c
on un cucharón (o un cacito en mi caso) una medida del caldo (sólo lo justo para cocer) que tendremos junto al risotto guardando el calor. Mezclamos bien y nos aseguramos de que el caldo se reparta de forma uniforme.


8. Repetiremos el paso 7 hasta que se cueza el arroz. Puede llevar alrededor de 15-20 minutos. En el caso del risotto, hecho significa no crudo, pero sí firme y crujiente, lo que con la pasta llamamos al dente, ya que el arroz sigue cocinándose hasta 5 minutos después de sacarlo del fuego. En cualquier caso, este tipo de arroz no debe ser caldoso, así que no debe quedar caldo cuando se retire del fuego.


9. A mitad de cocción podemos añadir el crujiente de bacon para que agregue sabor al plato. El bacon sala el plato, pero aún así lo probaremos y añadiremos una pizca de sal si le hace falta.




10. Cuando el arroz esté cocido, mantecamos con un poco más de mantequilla (menos de una nuez) y añadimos parte del parmesano rallado y perejil para añadir color.

11. Removemos para que se funda y se reparta el queso y servimos. Una vez emplatado, podemos espolvorear con más queso.





¡Buen provecho!


Bergua*

domingo, 7 de abril de 2013

Tzatziki

El tzaziki es una salsa griega/turca que sirve de aperitivo, ensalada o guarnición. Se hace en un pispas y es muy refrescante. Esta versión simplificada es especialmente ligera y sólo lleva los ingredientes básicos: pepino, yogur y ajo. También se hace con otros nombres en Chipre, Bulgaria, Serbia y Macedonia.
  • 1 pepino grandote, unos 500-600 g
  • 3-4 dientes de ajo
  • 2-4 cucharadas de yogur griego desnatado (2% grasa)
  • Opcional: zumo de limón, menta fresca picada, pimienta negra, aceite de oliva, eneldo.


La preparación:


1. Rallamos el pepino.

2. En la receta tradicional, se sala el pepino rallado con sal gorda para que ésta absorba el agua de la verdura. Como a mí no me hace mucha gracia que quede salado y además prefiero no abusar de la sal en mis recetas, dejo el pepino en un colador con malla para que vaya perdiendo el agua y ayudo presionando con la mano.



3. Cuando está listo el pepino, prensamos un par de dientes de ajo y añadimos a la mezcla un par de cucharadas de yogur griego. Lo mezclamos bien, probamos de sabor y añadimos, si pensamos que hace falta, más ajo o más yogur. ¡Sencillísimo!




 ¡Buen provecho!

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Bergua*



viernes, 5 de abril de 2013

Revuelto de tomate con huevo


Como he tenido a mi mami de visita, ha caído una receta muy típica de cuando yo era peque. No tiene complicación ninguna y es una guarnición muy polifacética. Yo aquí lo sirvo con unas verduritas rehogadas con una cucharadita de salsa agridulce picante. Para 2-3:



  • 500 g de tomate triturado (Natural o de lata)
  • 1-2 dientes de ajo
  • 1/2 cucharadita de albahaca
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 3-4 huevos

La preparación:

1. Calentamos un chorro de aceite en la sartén y añadimos el tomate triturado con el ajo y la albahaca. Freímos durante unos 10-15 minutos a fuego medio. Nos hará falta una tapa para que no salpique.



2. Probamos el tomate y, si hace falta, se añade sal. Si está  ácido, añadimos una pizca de azúcar para rectificar.


3. Cuando esté frito el tomate, abrimos sobre él los huevos. Podemos empezar con 3, después veremos si queda demasiado líquido y queremos añadir. 


4. Rompemos los huevos y mezclamos con el tomate. Dejamos que se vaya cocinando el huevo, removiendo continuamente para evitar que se pegue el huevo y ayudar a que se evapore el  agua.

 5. Si queda demasiado líquido, podemos añadir otro huevo y/o subir el fuego para que se evapore más agua. Cuando el huevo esté cocinado y estemos satisfechos con la consistencia, ¡tenemos el plato listo!



* Si queréis hacerlo con verduras rehogadas como yo, cortamos calabacín, zanahoria, coliflor y pimiento, por ejemplo, las echamos a la sartén con una chispa de aceite, las cubrimos y las dejamos cocinar tapadas durante 10-15 minutos a fuego medio-fuerte. A media cocción añadimos una cucharada de salsa agridulce (picante), mezclamos y tapamos de nuevo hasta servir. Removemos de vez en cuando para que no se pegue.

¡Buen provecho!




Bergua*