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jueves, 28 de junio de 2012

Tortitas integrales de verduras



En España se conoce sobre todo el crêpe francés, el finito. En Estados Unidos y Canadá, lo que se estilan son los pancakes, que son tortitas gruesas, suaves y esponjosas por dentro (de ahí que se les llame fluffy) y a lo mejor los habéis visto con sirope de alce y nata, en la mesa del desayuno en alguna película o serie. Pues esos precisamente son los que proponemos, rellenos de verduritas y con unos toques que las hacen más sanas, ya que no llevan mantequilla y he usado harina integral. Al final de la entrada os dejo el enlace a la receta original.

  • 180g de harina integral
  • 200 ml de leche desnatada
  • 15g de levadura química
  • 1 huevo
  • 1 pizca de sal (1/2 cucharadita)
  • 1 zanahoria
  • 1/2 calabacín

La preparación:


1. Se rallan la zanahoria y el calabacín y se reservan. (Yo hubiera añadido un diente de ajo picadito, pero como se me ocurrió demasiado tarde, añadí ajo en polvo una vez cocinados)





2. Se mezclan en un recipiente hondo la harina, la leche, el huevo ligeramente batido y la levadura. Se bate bien a mano hasta obtener una mezcla homogénea y después de añade la sal y se vuelve a mezclar. Si estáis acostumbrados a la masa líquida de los crepes, que no os sorprenda la consistencia de esta, que será mucho más espesa.

3. Se añaden las verduras ralladas y se vuelve a mezclar.

4. Colocamos una sartén al fuego medio-alto y engrasamos con unas gotitas de aceite. El diámetro da igual, porque esta masa no es líquida, así que se pueden incluso hacer varias tortitas a la vez en la misma sartén.



5. Cuando esté caliente, añadimos una cucharada sopera de la masa y dejamos que se haga hasta que salgan burbujitas en la superficie; entonces le damos la vuelta con una espátula.



6. A partir de la primera tortita, se deja a fuego medio y para hacer cada tortita se añaden unas gotitas de aceite o, si tenemos spray, mucho más cómodo. Se repite el proceso hasta que se acaba la masa.






¡Buen provecho!

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En casa esta vez las servimos con tomate y orégano, queso de yogur y pechuguita de pollo salpimentada:



Dato:

Si os apetece hacer estas tortitas para desayunar, por ejemplo, o simplemente os apetecen solas o dulces, en vez de las verduras se le añade 45g de azúcar o 20g de sirope de agave y 1/2 cucharadita de canela y/o azúcar de vainilla, si nos gusta.


Bergua*

Inspiración: http://www.tengounhornoysecomousarlo.com/2012/06/tortitas-de-zanahoria-y-calabacin.html?showComment=1339062207939#c7872127418539891044

martes, 26 de junio de 2012

Arroz blanco con pollo y verduras

Este plato (¿parece una máscara africana o me lo imagino yo?) es de lo más sencillo y sabroso. Como siempre, se adapta al gusto de cada uno; yo lo presento con pollo, pero al que le apetezca sepia, pues sepia, por decir. Lo mismo con las verduras. ¿Que no te gusta el pimiento pero te gusta la berenjena? Pues prueba. Aquí os dejo las cantidades para 4 comensales.

  • 300g de arroz
  • 500g de pechuga de pollo
  • 1 pimiento rojo
  • 1 calabacín (si es muy grande, no lo uséis todo)
  • 2 zanahorias
  • 1 cebolla
  • 3-4 dientes de ajo
  • Jengibre fresco picado (en su defecto, en polvo o crema)
  • Salsa de soja y/o agridulce (si no se tienen, se puede usar agua, pero pierde sabor)
  • Especias: pimienta negra, cúrcuma (o un pellizco de alguna especia india) y comino.
  • Una chispa de aceite de oliva.
  • Opcional: Nueces, cacahuetes o almendras picadas. Trocitos de piña. Pimienta de cayena en polvo o guindilla.

La preparación:
  1. Se pone a hervir el arroz y cuando esté listo se pasa por agua fría para interrumpir la cocción. Si queremos que el arroz tenga algo de sabor propio, se le puede añadir después de hervido un toque de comino, pimienta u otra especia que nos guste. Reservamos.
  2. Se pican el jengibre y el ajo por separado.
  3. Se lava la verdura y se corta a bastoncitos.
  4. Se corta el pollo a trocitos, se  salpimenta y se reserva.
  5. Se rehoga el ajo a fuego lento en el wok o la sartén y antes de que se dore se añade la zanahoria y se sube el fuego a medio-alto. Cuando quede empiece a enternecerse, se añaden la cebolla, el pimiento y el calabacín. Se remueve todo se vez en cuando para que el ajo no se queme. En realidad hay dos estilos: a fuego fuerte durante poco tiempo (oriental), o a fuego lento durante más tiempo.
  6. A continuación se añaden el jengibre picado y las especias y se mezcla bien. Si vamos a añadir frutos secos o piña, ahora es el momento.
  7. Añadimos también la salsa de soja y un poco de salsa agridulce si nos apetece. Si no nos es posible conseguir ninguno de esos ingredientes, aconsejo añadir al menos media pastilla de caldo de verduras disuelta en 1/2 dl. de agua, para enriquecer de sabor, aunque el resultado final es mucho menos intenso al paladar.
  8. Mientras tanto, en una sartén aparte, preparamos la pechuga a la plancha.
  9. Para servir el arroz, se puede usar cualquier recipiente cilíndrico, el diámetro dependerá de cuanto arroz queramos servir por persona. Yo utilicé un molde de silicona para magdalenas porque me pareció que sería más sencillo desmoldar, pero si se usa una flanera o cualquier otro molde, se puede engrasar ligeramente el interior con aceite untado en el dedo. El plato se nos quedó bastante abarrotado, la verdad. Lo suyo es poner un montoncito de arroz de buen tamaño en el centro y la verdura y la carne alrededor, pero chico, ¡había hambre ese día y no quisimos desperdiciar ni un gramo!

 


¡Buen provecho!




Bergua*



domingo, 24 de junio de 2012

Mini pizza caprese


Un rico tentempié, en su versión fría como en la versión caliente. Consiste en porciones chiquitas de masa de pizza  coronadas con una versión reducida de la ensalada italiana de Capri. La albahaca es el toque imprescindible en esta receta. Tener una planta de albahaca en casa es una delicia de por sí, porque esta planta aromática huele fenomenal, especialmente justo después de regarla.


  • 1 lámina de masa de pizza integral.
  • 2 tomates grandes o un puñadito de tomates cherry.
  • 1 bola de mozarella fresca o una bolsa de bolitas de mozarella (o en su defecto queso fresco, aunque no es lo mismo, claro)
  • 1/2 cucharadita de orégano seco
  • Unas hojas de albahaca fresca
  • Aceite de oliva 
  • 1 diente de ajo
  • Pimienta negra al gusto
  • Opcional: aceitunas negras, aguacate.
  • Alternativa al ajoaceite: Probad con unas gotitas de vinagre balsámico.


La preparación para la versión en frío:
1. La masa se puede hacer en el horno o a la plancha; en función de lo que escojamos, encendemos el horno a 200º o pincelamos la plancha con aceite y la ponemos a calentar a fuego medio-alto. 
2. Lavamos los tomates, los cortamos a rodajas (salvo que usemos cherry) y reservamos.

3. Escurrimos la mozarella, la fileteamos y reservamos.

4. Lavamos las hojas de albahaca y reservamos.

5. Extendemos la masa de pizza y cortamos porciones pequeñas redondas con un cuchillo o con cualquier molde redondo o incluso con un vaso que no tenga los bordes muy gruesos, como una copa de vino. Se aprovecha todo; para ello se juntan todas las "sobras" de la masa y se amasa de nuevo para hacer nuevas porciones. Este proceso se repite hasta que no quede masa sin usar.


6. A continuación pinchamos la masa con un tenedor varias veces si la vamos a hacer al horno (paso importante, ya que a mí se me olvidó y muchas de las porciones se hincharon) y se deja cocinar durante 6-8 minutos (hay que controlar). Si vamos a hacerla a la plancha, se ponen las porciones de masa sobre la plancha caliente y se les dan 2-4 minutos por cada cara.

7. Mientras tanto prensamos dos dientes ajo y se coloca en un recipiente minúsculo con media cucharada de aceite.

8. Sacamos la masa del horno/la plancha y disponemos sobre las porciones de masa los tomates, la mozarella y las hojas de albahaca. (También el orégano, las aceitunas y/o el aguacate si decidimos incluirlos)

9. Finalmente, se pinta cada mini pizza con el ajo-aceite (al gusto) y/o el vinagre balsámico. ¡A comer!

*La preparación para la versión caliente:
  1. Se siguen los pasos tal cual del 1 al 5 + el paso 7 y el 9, pero si se hace al horno, después de 3-4 minutos, se sacan las porciones de masa y se añaden todos los ingredientes sobre ellas menos la albahaca, que debe de colocarse fresca al final. Después se devuelven al horno durante otros 4 minutos. Si se hace a la plancha, se cocina una cara de la masa durante 2-4 minutos y, cuando se le de la vuelta para cocinar la otra cara, se colocan  todos los ingredientes y se cocina durante otros 2-4 minutos.


¡Buen provecho!


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Dato: 

Obviamente, estas mini-pizzas/canapés admiten todo tipo de ingredientes además de la ensalada caprese. En casa hasta ahora las hemos probado con chorizo ibérico y queso brie; con mermelada y queso de untar; con pavo fresco, tomate y mozarella; con pimiento rojo, mozarella y orégano; con tomate y jamón serrano... ¡A reinventar se ha dicho!


Bergua*



viernes, 22 de junio de 2012

Masa de pizza integral

 
Por suerte, la masa integral se encuentra en la mayoría de supermercados de Dinamarca, pero "siempre" es más saludable lo casero y además, al hacerlo en casa, se pueden hacer modificaciones de sabor y experimentos varios. Yo por ejemplo suelo hacer la masa con ajo picado o prensado y perejil. ¡Vosotros elegís!


  • 1 tazón de harina integral (300g)
  • 200 ml de leche/agua tibia
  • 1 cucharada colmada de levadura fresca (de panadero, sí, esa que huele un poco mal) (unos 20g)
  • 2-3 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 pizca de sal si tenemos costumbre.
  • Opcional: 1 diente de ajo muy picado, 1 cucharada de perejil picado o albahaca.

La preparación:

1. Se disuelve la levadura en un vaso con la leche/el agua templada.
2. Se echa la harina en un bol y se hace un volcán en el centro.
3. Se empiezan a añadir la levadura y la leche/el agua y se va a amasando y añadiendo leche/agua hasta que quede una masa firme (unos 10 min. de amasado). No es una masa pegajosa, pero obviamente al principio se pega a las manos, mientras está húmeda. Conforme se sigue amasando, gana una consistencia más parecida a la plastilina.


4. Se cubre con un paño y se deja reposar durante 30-60 minutos a temperatura ambiente (en torno a unos 25º) hasta que doble su tamaño. Si hace frío, se puede encender el horno y dejar la masa reposar sobre él (no dentro), para que le llegue algo del calor.
5. Se precalienta el horno a 250º.

6. Pasado el tiempo de reposo, se amasa con suavidad para desgasificar y si se quiere añadir ajo y/o perejil, ahora es el momento. De lo contrario, se añade sólo una pizca de sal si deseamos.

7. Se va añadiendo poco a poco el aceite y se sigue amasando hasta que el aceite esté mezclado con toda la masa.

8. Sin dejar reposar, se le da forma, primero con las manos y después con un rodillo o, en su defecto, con una botella de cristal de superficie lisa.

9. * Si se va a hacer la pizza con tomate, nata o similar, la masa se debe hornear primero, sola, hasta que se dore un poco. De lo contrario, la humedad impedirá que se cocine bajo los ingredientes.

10. Se distribuyen en la masa los ingredientes deseados y se hornea a 250º durante unos 10-20 minutos (en función de si hemos horneado la masa sola primero o no)
¡Buen provecho!

Dato:

Si os sobra levadura y no tenéis pensado utilizarla pronto, se puede congelar. El día que finalmente vayáis a utilizarla, ponedla en un vaso y dejad que se descongele gradualmente en el frigo y al final a temperatura ambiente. Notaréis que, una vez descongelada, la consistencia es más líquida que antes de congelarla, pero las propiedades son las mismas y funciona.

Bergua*

jueves, 21 de junio de 2012

Ensalada senegalesa de alubias: Saladu ñebbe



Esta fresquísima ensalada cuyo nombre original es "saladu ñebbe" en wolof y significa ensalada de judía carilla, tiene como ingrediente principal precisamente la carilla, que es un tipo de judía chiquitita que tiene unos mil nombres, entre otros caupí, judía de careta o frijol chino. Yo no la conocía hasta que probé esta ensalada, pero resulta que es de hecho una variedad autóctona del Mediterráneo. El caso es que, con poca esperanza de encontrar este tipo de judía por aquí, fui a dar por casualidad con un bote de judías ecológicas para ensalada, entre las que se encontraba la carilla. Los otros dos tipos que he usado son brotes de soja y judías adzuki. Este es un plato bastante completo, pero se le puede añadir algo de arroz, sémola y/o aguacate para completar. Es perfecta para prepararla por la mañana o incluso la noche anterior y llevársela para almorzar/comer en el trabajo. Por cierto, esta entrada va dedicada a Remei, que me dio la idea de probar a hacerla ;)


  • 250g (después de drenar) de judías carilla (posible combinar con brotes de soja y judías adzuki) 
  • El zumo de 1-2 limas, al gusto
  • 1/2-1 pimiento rojo (según el tamaño)
  • 1 tomate rojo o de pera
  • 1/2 pepino
  • 5 cebolletas
  • 10g de perejil fresco (aunque yo esta vez utilicé albahaca)
  • 1 chorrito de aceite de oliva
  • Pimienta y sal al gusto
  • Opcional: 1/2 diente de ajo crudo picado finísimo; 1-2 aguacates; 1 guindilla;  100 g de bulgur o sémola de cuscús o de arroz basmati hervido. Yo utilizo sémola de cuscús.


La preparación:

1. Si  has encontrado judías envasadas ya preparadas para ensalada, saltad al paso 2. Si  no habéis tenido esa suerte, lo primero es ponerlas a remojo durante toda la noche cubiertas con agua. Al día siguiente, tendréis que poner agua al fuego hasta que hierba y añadiréis entonces las judías. Se hierven durante unos 15 minutos y a partir de ahí se dejan cocer tapadas a fuego lento. Probardlas a los 20 minutos, pero pueden tardar hasta 45 minutos en función de lo viejas o nuevas que sean. (En olla rápida son 10 minutos).



2. En un cuenco grande o una ensaladera, mezcla bien el jugo de la lima y el perejil/la albahaca picadito/a. Bátelo y comienza a añadir lentamente aceite para hacer una salsita para la ensalada.

3. Cortamos el tomate, el pepino y el pimiento a daditos.


4. Añadimos las judías, la cebolleta en aretes, el pimiento, el tomate, el pepino y, si queremos, el diente de ajo, picado finísimo.

5. Añadimos pimienta y, si queremos, sal. Removemos bien y dejamos reposar durante aprox. 1 hora para que los ingredientes se impregnen de sabor. Se puede tomar fría (de la nevera) o a temperatura ambiente.


6. Si se quiere tomar la ensalada como plato único, se le añade como comentaba en la introducción sémola de cuscús, arroz hervido, bulgur, quinoa... y/o aguacate a rodajas. Yo le pongo sémola de cuscús. Podemos hervirla o, como hacen en Marruecos, cocinarla al vapor, en un colador, por ejemplo.

¡Buen provecho!


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Bergua*


miércoles, 20 de junio de 2012

Boniato y patatas de gajo al horno


De picoteo o como guarnición, Don Boniato y Doña Patata sientan requetebien. Yo los boniatos siempre los he comido asados enteros, pero pensando en que en danés, como en inglés, se llaman "patatas dulces", se me ocurrió mezclarlo con las patatas de toda la vida. ¿El resultado? Se llevan bien =) En casa las usamos esta vez de acompañamiento para un filetito de salmón y salsa tártara más una ensalada. También les irían bien un gucacamole, humus, salsa de tomate, allioli... Las cantidades dependerán de para cuántos y si es picoteo o guarnición, pero aquí va lo que yo hice:

Para las "patatas" de boniato:

  • 1 boniato gordito y alargado (unos 200g)
  • 1-2 cucharadas de aceite de oliva
  • Sal, pimienta y pimienta de cayena. Si estamos exóticos, también podemos probar con comino, curry, ajo en polvo u otras especias.
Para las patatas de gajo:
  • Unos 200g de patatas pequeñas. Yo esta vez utilicé "patatas nuevas" (nye kartofler" en danés, "patata novella" en italiano), que son una variedad mucho más pequeña, con más vitamina C y menos calorías)
  • 1- 1 y 1/2 cucharadas de pan rallado (en este caso probamos a hacerlas con pan rallado y con  harina integral, pero nos gustó más la primera opción)
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • Sal y pimienta
  • 1-2 cucharadas de aceite de oliva
  • Hierbas secas al gusto: perejil, tomillo, romero, orégano... 
  • Opcional: cebolla y ajo en polvo. Hay quien además de harina usa un poco de pan rallado.

La preparación:

  1. Se precalienta el horno a 230º.
  2. Lavamos el boniato, lo pelamos y lo cortamos en rodajas y después en tiras (como en la foto) de tamaño similar para que se cocinen a la vez.
  3. Lavamos las patatas y las cortamos (sin pelar) en forma de gajo: por la mitad en vertical dos veces (hacemos un corte en forma de cruz a lo largo). Si los trozos resultantes son muy gruesos, los cortamos una vez más a lo largo.
  4. Echamos en un bol el aceite, las especias y las patatas y después pasamos cada gajo por  la harina o el pan rallado. Extendemos las patatas sobre una bandeja de horno con papel. Es buena idea engrasar el papel con unas gotitas de aceite y un pincel (o los dedos). Necesitan unos 40 minutos en el horno hasta estar doradas y tiernas, pero hay que ir comprobando. A mí cuando uso patatas muy pequeñas me tardan sólo 25-30 minutos. Dale a las patatas la primera horneada durante 10 minutos.
  5. Mientras tanto, echa los trozos de boniato en un cuenco, una bolsa de plástico o simplemente sobre papel de hornear (no papel de aluminio) en una bandeja para horno. Añade unas gotitas de aceite por encima y las especias al gusto.
  6. A los 10 minutos, saca la bandeja del horno y distribuye los trozos de boniato sobre papel de horno en una bandeja de forma que no se monten unas sobre otras y deja preferiblemente algo de espacio entre unos y otros para que acaben crujientes.
  7. Mete al horno durante 15 minutos y tras ese tiempo, dales la vuelta y devuelve al horno hasta que pasen unos 10 minutos más (hay que probar para ver si están hechas y crujientes) El boniato es dulce, así que si las esquinas se ponen más oscuras que el resto, más que a quedado sabrá caramelizado.
  8. En total, las patatas pueden llevar sobre 40 minutos y el boniato sobre 30 minutos, pero como digo, según el tamaño de los trozos y el horno, cada proceso puede llevar hasta 10 minutos menos. Es importante ir comprobando. Cuando ambos componentes estén listos, ¡ya tenemos plato!
Resumen: Cortar patatas y boniato; empanar las patatas; hornear 10 minutos las patatas; hornear todo 15 minutos; dar la vuelta; hornear todo 5-15 minutos.



¡Buen provecho!

Dato:

El boniato es un alimento de bajo contenido graso, pero muy rico en vitamina A. Es un 70% agua en su composición y aporta proteínas. 
La piel de la patata no hay porqué desperdiciarla, ya que nos aporta una cantidad elevada de vitamina C, potasio, hierro, zinc, fósforo y magnesio.


La inspiración para esta receta me vino de mano de Kate: http://cookieandkate.com/2010/baked-sweet-potato-fries/

martes, 19 de junio de 2012

Gazpacho andaluz


Mi idea era preparar un gazpacho moderno, pero como de momento no hay sandías a la vista en estas tierras vikingas, me he conformado con una deliciosa versión algo más tradicional. A mí me encanta con unos taquitos de jamón serrano, pero no siempre tenemos ese lujo en Dinamarca ni es obligatorio, así que echo mano de lo que tenemos en casa cada vez. Que conste que no es "zoque" (gazpacho para beber), sino gazpacho de cuchara ;) En fin, versiones del gazpacho las hay para aburrir, ésta es la mía para 2-4 (si es plato único, para 2):


  • 800g-1kg de tomate (yo prefiero de rojos rizados o de pera)
  • 1 de pepino (unos 250g)
  • 1-2 dientes de ajo
  • 1 pimiento verde (unos 60g)
  • 100g de cebolla y/o cebolleta
  • Sal y pimienta
  • Aceite de oliva
  • 1-3 cucharadas de vinagre blanco, de jerez o marroquí. Yo uso este último (en la foto) porque es dulzón y tiene una acidez agradable. Me los traigo de Marruecos, pero en las carnicerías árabes tienen. Es un vinagre de ensalada, producido en Casablanca y se compone de vinagre de alcohol y caramelo.
  • Opcional: 1/2 manzana verde; pan rústico (mejor del día antes); taquitos de jamón serrano; taquitos o ralladura de huevo duro; trocitos de coliflor cruda; unas hojitas de albahaca fresca.


La preparación:

1. Lavad los tomates (reserva 1), cortadlos en cuatro  y echadlos al vaso de la batidora u otro recipiente alto. 

2. Pelad el tomate que habéis reservado, partidlo por la mitad y vaciadlo (sacad las pepitas). Podéis añadir el interior del tomate al vaso de la batidora. Reservad el cuerpo del tomate.

3. Pelad "a bandas" el pepino (reservad una mitad) y cortadlo en varios trozos también.



4. Quitadle el rabo y las semillas al pimiento y cortadlo también en trozos grandotes (reservad medio)

5. Añadid a los tomates el pepino y el pimiento cortados, más un diente de ajo (o dos, si os gusta fuerte), media cebolla, un chorro de aceite, una pizca de sal y otro tanto de pimienta. Trituradlo o batidlo todo.

6. A continuación añadidle el vinagre (al gusto) y probadlo de sal. Añadid un poco de agua fría para rebajar de espesor y para regular el sabor del vinagre.

7. Si no os queréis encontrar restos de piel ni pepitas del tomate, lo podéis pasar por un chino.

8. Dejadlo enfriar una hora en el frigorífico. (También se pueden triturar los ingredientes con unos cuantos cubitos, si no tenemos tiempo de enfriar)

9. Mientras tanto, cortad la media cebolla o 2 cebolletas, el medio pimiento, el tomate pelado y el medio pepino restante en daditos finitos.  Reservad. Yo coloco cada ingrediente en un cuenco separado para que cada comensal se sirva al gusto.

10. Si vais a servir alguno de los ingredientes opcionales, ahora es el momento de cortar a daditos la media manzana, taquitos de jamón serrano, coliflor, cortar cubitos de pan y meterlos al horno para que queden crujientes  o poner a hervir el huevo.

11. Por último se sirve en un cuenco y se espolvorean los ingredientes al gusto por encima. ¡A comer!


Manzana verde, coliflor cruda, tomate, cebolleta,
chorizo ibérico, huevo para rallar, pimiento verde,
pepino y picatostes caseros.

¡Buen provecho!


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domingo, 10 de junio de 2012

Plato variado ranchero


Después de tener una misteriosa lata de alubias rojas en la despensa durante meses, me dije: Tienes que hacer algo con ellas. Las alubias rojas también se conocen como frijoles o habichuelas coloradas. Y como a mí "frijoles" me suena a México, pues me inventé este sencillo plato de inspiración mexicana. Para 2-3 platos:


  • 1 cebolla morada
  • 1 pimiento amarillo (por tener variedad de colores)
  • 1 aguacate maduro
  • 12 espárragos trigueros
  • 1 lata de alubias rojas (unos 400g) 
  • 80g de arroz
  • Limón
  • 1 diente de ajo
  • Tomillo
  • Mezcla de especias mexicana, que suele llevar: pimentón, ajo en polvo, comino, pimienta negra, pimienta de cayena, cebolla en polvo, tomate en polvo, salvia y orégano.
  • Unas gotas de aceite de oliva. 
  • Opcional: 
  • 1 puñadito de mozarella rallada o mozarella fresca a trocitos (A falta de queso oaxaca). También valen trocitos de delicioso cheddar, aunque es más graso.
  • 100g de pechuga de pollo. Lo incluí sólo a petición de mi novio, pero tened en cuenta que las alubias son una legumbre muy rica en proteínas y, por tanto, un perfecto sustituto de la carne.
  • 1 tomate.

La preparación:

  1. Echar un chorrito de limón y un diente de ajo cortado finito a una cacerola y añadir el arroz crudo. Darle unas vueltas a todo con el fuego medio-alto y entonces añadir el agua y dejar hervir.
  2. Cortar los espárragos a trocitos y poner a cocinar a la plancha con una chispa de aceite.
  3. Mientras tanto, cortar en trocitos la cebolla y el pimiento. Cada ingrediente se reserva por separado.
  4. Abrir el aguacate por la mitad, extraer la pulpa, hacerla puré con un tenedor y añadir un chorrito de limón (para que no se oxide) y la mezcla de especias mexicanas (o las que queramos usar) al gusto. Mezclar todo bien y al frigorífico con ello.
  5. Si vamos a incluir carne también, se corta a cuadraditos y se hace a la plancha con un pellizco de las especias mexicanas o una mezcla del estilo.
  6. Cuando esté hervido el arroz, se saca del agua y se espolvorea con tomillo.
  7. Una vez estén listos todos los componentes, se distribuyen en el plato en ángulos y ¡a comer!

¡Buen provecho!



Bergua*

jueves, 7 de junio de 2012

Calabacín y maíz al tomate


Esta receta, de inspiración mexicana, nos gusta mucho en casa como acompañamiento para salmón al horno, claro que puede ser una cena de plato único o guarnición para lo que os apetezca. Esta receta rinde para 2-3.





  • 3 tomates redondos o de pera
  • 1 cebolla pequeña o 1/2 cebolla y 2-3 cm de puerro
  • 1 calabacín
  • 1 puñado de maíz
  • Guindilla o pimienta de cayena al gusto
  • Pimienta negra
  • Azúcar
  • Aceite de oliva
  • Opcional: 1-2 dientes de ajo, queso parmesano, 1 cucharada de pasta de tomate.

La preparación:

  1. Se corta el calabacín a rodajas muy finas y se reserva.
  2. Se tritura la cebolla y, si se desea, el puerro.
  3. Se pone la cebolla (y el puerro) a pochar en una cazuela/sartén antiadherente con unas gotas de aceite.
  4. Al poco se le añade el tomate, también triturado, junto con la punta de una cucharadita de azúcar (para contrarrestar la acidez del tomate). Se mezcla bien y se deja cocer a fuego medio-bajo.
5. A los 2-3 minutos de cocción, se añaden las rodajas de calabacín y la guindilla o la pimienta de cayena y se mezcla todo. Se tapa y se deja cocer a fuego medio-bajo, removiendo de vez en cuando para que no se queme. Probad de sabor a mitad de cocción por si hubiera que rectificar con más azúcar o por si lo quisierais más picante.

7. Cuando esté tierno el calabacín, se añade el maíz y el queso parmesano rallado, que yo esta vez no utilicé. Se vuelve a tapar y se esperan un par de minutos. ¡Listo para servir!

¡Que aproveche!


Bergua*