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miércoles, 23 de noviembre de 2016

Los tres puñaos con extra de verde


Este es un guiso tradicional rico en fibra y proteínas muy típico de Orihuela y el resto de la comarca de la Vega Baja del Segura. El nombre le viene de los ingredientes principales, que son "un puñaico" de lentejas, "un puñaico" de alubias y "un puñaico" de arroz. Os cuento un truquillo de una muy buena nutricionista: para que el cuerpo absorba mejor el hierro de las lentejas, debemos terminar la comida con un cítrico. Es decir, una naranja, una mandarina, un pomelo... Además de las legumbres, el guiso suele llevar patata y chirivía o nabo; yo además he añadido alcachofa y zanahoria y he acabado con un plato de lo más huertano y sano. Para 2 personas:

  • 25 g de alubias (judías blancas)
  • 25 g de lentejas
  • 25 g de arroz
  • 5 garbanzos (esto es adición mía porque a mi abuelo le gusta encontrarse uno o dos garbanzos en el guiso)
  • 1 patata mediana
  • 1 rama de acelga
  • 1 tomate grande
  • 1 diente de ajo
  • 1 zanahoria
  • 1 alcachofa
  • Sal y yo también le pongo una pizca de pimienta negra
  • Pimentón y/o una ñora seca
  • Una pizca de azafrán o colorante


La preparación:

1. Las habicuelas y los garbanzos los tendremos a remojo desde la noche anterior; a las lentejas no les hace falta.


2. Lo primero vamos a poner a hervir las habichuelas y los garbanzos durante 45 minutos. Tradicionalmente se hace en una olla de barro, pero vale la que tengamos. Pasados 20 minutos, añadimos las lentejas.


3. Ahora vamos a sofreír en una sartén a parte los ajos. Yo uso 1 cucharada a lo sumo. Añadimos el tomate rallado y después la alcachofa en cuartos. Salpimentamos y añadimos el pimentón. Sofreímos durante unos 5 minutos removiendo para que no se queme.


4. Pasados los 40 minutos de cocción de las legumbres, añadimos la patata en cuartos, la zanahoria en trozos o en rodajas y el sofrito de la sartén. Mezclamos, probamos y salpimentamos y/o añadimos pimentón si hace falta. Añadimos también una pizca de azafrán o colorante.

5. Dejamos cocer a fuego lento y tapado hasta que todos los ingredientes estén más o menos al punto. El agua debe cubrir los ingredientes, pero no debemos pasarnos. Si sobra agua, no taparemos la olla.

6. Cuando esté todo cocido (las patatas, la zanahoria, la alcachofa, las legumbres...), incorporamos la acelga a trozos, incluida la penca o tallo. Echamos también el arroz y pasados 15-20 minutos, estará listo.




¡Buen provecho!


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Bergua*





domingo, 20 de noviembre de 2016

Kéiskuch: tarta de queso luxemburguesa


Advertencia: Esta receta no es especialmente ligera; más bien lo contrario. Peeero es una tarta de queso distinta a las variantes populares en América y Europa; crujiente por fuera, esponjosa por dentro... Rica y especial. Esta receta es una parada más de los viajes a los que nos vamos con Cocinas del mundo. Esta vez nos vamos hasta Luxemburgo y de ahí traigo esta maravillosa tarta de queso. ¡Madre mía, ya vamos por la "x", se nos está acabando el abecedario!


Casi nos quedamos sin probarla porque le tengo respeto a eso de preparar dulces (además yo soy más de salado) y porque la mano izquierda me funciona solo a medias y no sabía si podría hacerlo. Pero me lo tomé como una forma de rehabilitación casera y me alegro de haberme atrevido, porque desde luego valió la pena y me hizo sentir muy satisfecha. Eso sí, menos mal que hice dos pequeñas en lugar de una grande, porque la de reserva acabó boca abajo en el suelo.
La receta la saqué de aquí, aunque por supuesto hice algún cambio; por ejemplo, el queso quark que encontré era una especie de postre de sabor a fresa, así que mi tarta de queso tenía un ligero gusto a fresa.

Para la base:
  • 250 g de harina
  • 125 g de mantequilla sin sal fría
  • 80 g de azúcar
  • 1 huevo M
  • 2 cucharadas de queso fresco quark (en su defecto requesón, yogur griego o queso fresco batido cremoso), en mi caso con sabor a fresa
  • Una pizca de sal

Para el relleno:
  • 500 g de queso fresco quark (en su defecto requesón, yogur griego o queso fresco batido cremoso), en mi caso con sabor a fresa
  • 100 ml de nata para montar, 35-38%
  • 135 g de azúcar
  • 4 yemas de huevo
  • 2 claras de huevo
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • Opcional: azúcar glas

La preparación:

1. En un cuenco vertemos la harina y la mantequilla cortada en cuadraditos del tamaño de una uña. Mezclamos con el accesorio de amasar de la batidora o algún robot de cocina.


2. Añadimos el resto de los ingredientes de la base: el huevo, el azúcar, la sal y las 2 cucharadas de quark. Volvemos a mezclar con el accesorio de amasar. Conseguiremos una masa rugosa y un poquito pegajosa, pero no mucho.


3. Sacamos la masa, formamos una bola, la envolvemos en papel transparente de cocina. Le damos 30 minutos en el friforífico (la nevera).


4. Pasado ese tiempo sacamos la masa del frigo. Sobre papel de horno la extendemos y la vamos extirando y aplanando con las manos y, si queremos, un rodillo. Con un poco de harina evitaremos que la masa se nos pegue.


5. Entonces engrasamos el molde (desmontable). Yo uso un espray de cocina y luego lo restriego con un pincel de cocina o con la mano por el fondo y por las paredes. Lo siguiente es pasar la base al molde. Hay distintos métodos; podemos recortar la masa con el papel y conservar el papel en el molde. O podemos despegar la masa del papel e ir trasladando primero el círculo de la base y luego las paredes. Con los dedos nos aseguraremos de unir ambas partes y que no queden agujeros.


6. Cubrimos el molde con papel transparente y le damos 30 minutos más en el frigo.

7. Mientras tanto preparamos el relleno. Separamos las yemas de las claras. Hay muchos trucos; yo simplemente me abro el huevo en la palma de la mano, dejo que la clara se me escurra entre los dedos y conservo la yema en la palma.


8. En un cuenco mezclamos todos los ingredientes del relleno excepto la nata y las claras: azúcar, yemas, queso quark y esencia de vainilla. Lo mezclamos con una espátula o varillas de mano.

9. Montamos las claras a punto de nieve y batimos la nata hasta que salgan burbujas.


10. Añadimos primero la nata a la mezcla del relleno y mezclamos un poco.

11. Entonces añadimos las claras y mezclamos con unas varillas de mano y movimientos envolventes.

12. Es el momento de sacar la base del frigo y echar el relleno. 


13. Necesita unos 60-90 minutos en el horno precalentado a 180º. En teoría es 1 hora, pero las mías tardaron más en cuajarse, por la potencia o lo que fuera. Yo las horneé con un trozo de papel de horno por encima para que no se quemaran por la parte de arriba.

14. Pasado ese tiempo, pinchamos con un palillo o un cuchillo y, si sale limpio, será que ha cuajado y la podemos sacar. La dejamos enfriar antes de sacarla del molde.

15. Una vez fría, pasamos un cuchillito por los bordes para que sea más fácil sacarla sin romperla. La desmoldamos y espolvoreamos si queremos con azúcar glas. Se le puede dar la vuelta al servirla o servirla con el lado abierto hacia arriba. A vuestro gusto.


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viernes, 11 de noviembre de 2016

Trufas de ron danesas ligeras (Romkugler)


Aquí en Dinamarca son muy populares unas trufas de ron (que no llevan ron) llamadas "romkugler". Tradicionalmente se preparaban con sobras de bizcochos y magdalenas. Hoy en día mucha gente hornea bizcochos adrede para prepararlas y luego las decora con fideos de chocolate y coco. 
Esta es una versión alternativa que no contiene azúcares añadidos, leche, harina ni mantequilla, que se prepara en crudo y en la que se usan fruta y frutos secos en lugar de bizcocho. Es mucho más sana, está deliciosa y además es apta para celíacos, diabéticos y hasta alérgicos al huevo. Y lo mejor, ¡dan el pego totalmente! Las almendras nos aportan vitamina E, fibra y magnesio, entre otra cosas. Los dátiles son ricos en antioxidantes y en fibra soluble, que favorece la eliminación de la grasa y el colesterol.
Salen unas 15 trufas del tamaño aproximado de una nuez con cáscara.

  • 2 dl de almendras con piel (sin sal añadida) = aprox. 110 g
  • 20 dátiles sin hueso (aunque depende de la variante y el tamaño, empieza con 10 y ve comprobando la textura y añadiendo)
  • 4 cucharaditas de esencia de ron
  • 4 cucharaditas de polvo de cacao (natural, no azucarado)
  • Opcional: 2 cucharaditas de aroma de vainilla o polvo de vainilla (atención: el polvo de vainilla puede llevar a azúcar)
Para decorar:
  • Virutas de coco deshidratado
  • Otras opciones:  virutas de mora, frambuesa deshidratada u otras frutas al gusto; polvo de regaliz (muy popular en Dinamarca), cacao en polvo.

La preparación:

1. Picamos las almendras en una picadora; pueden quedar trocitos, no hay que convertirlas en harina.

2. Añadimos los dátiles sin hueso y volvemos a picar. Mezclamos.


3. Incorporamos la esencia de ron y el polvo de cacao, picamos y mezclamos de nuevo. Si vamos a usar esencia o polvo de vainilla, lo añadimos aquí y mezclamos.


4. Le damos a la masa 15-30 minutos en el frigo. Es buena idea cubrir el recipiente con papel transparente para que no tome olores de otros alimentos y no se seque. Si tienes prisa, te puedes saltar este paso; es más que nada para que los sabores se intensifiquen.


5. Pasamos entonces a formar las bolitas con las manos.


6. Las rebozamos en la viruta de coco o la cobertura que hayamos escogido. También se puede mezclar el coco con frutas. Aunque la verdad, sin cobertura están igualmente impresionantes.


* Se conservan mejor en un recipiente hermético en el frigorífico.


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