Este bizcocho se conoce como ølkage en Dinamarca y es común servirlo con un té o un café a media tarde, siempre con mantequilla. Se llama bizcocho de cerveza (negra), pero realmente es un pan dulce y especiado, abizcochado.
Es una receta muy antigua y sencilla que se utiliza, por ejemplo, para aprovechar las cervezas sobrantes de Navidad, y es que la cerveza típica navideña en Dinamarca es oscura y densa, de malta tostada, lo cual contrasta con su nombre, hvidt øl, que significa "cerveza blanca". También las llamamos nisseøl, cervezas de duendes, porque en torno a Navidad se ofrece esta cerveza negra y unas gachas de arroz a los duendes, como expliqué en mi receta de las gachas.
La receta me la confió una señora que iba conmigo a rehabilitación en piscina y nos preparó esta delicia para la fiesta de despedida.
Ah, aguanta muy bien en una lata o un recipiente de cierre hermético durante un par de días, pero si en algún momento se os seca, podéis hacer tostadas con él y volverlo a disfrutar; queda riquísimo.
- 500 g de harina de trigo
- 400 g de azúcar mascabado (tipo panela húmeda, brunfarin en danés)
- 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
- 1 cucharadita de cardamomo en polvo
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 1 cucharadita de clavo en polvo
- 1 cucharadita de jengibre en polvo
- 33 cl de cerveza negra (dark ale, brown ale, hvidt øl, nisseøl...)
La preparación:
1. Se mezclan los ingredientes secos por un lado, preferentemente después de haber tamizado la harina, por ejemplo con un colador de malla fina.
2. Se incorpora la cerveza y se remueve y se mezcla hasta obtener una masa uniforme; es densa y muy pegajosa, así que recomiendo usar varillas o un mezclador mecánico.
3. Engrasamos un molde para pan (7x10x45); lo más efectivo es mantequilla en spray, pero si no, untamos los lados y el fondo con mantequilla. La forma habitual que se le da a este pan es rectangular, como pan de molde, pero también se puede hacer en una bandeja honda para horno.
4. Vertemos la mezcla en el molde con ayuda de una espátula para no desperdiciar nada y metemos el bizcocho al horno FRÍO a 175º y le damos en torno a una hora con calor arriba y abajo; yo le doy 55 minutos y luego 5-20 minutos más hasta que está cocinado por dentro. Para comprobarlo, pinchamos en la parte más alta y gruesa con un palito fino o un cuchillo; si sale totalmente limpio, está listo; si no, le falta cocción.
4. Vertemos la mezcla en el molde con ayuda de una espátula para no desperdiciar nada y metemos el bizcocho al horno FRÍO a 175º y le damos en torno a una hora con calor arriba y abajo; yo le doy 55 minutos y luego 5-20 minutos más hasta que está cocinado por dentro. Para comprobarlo, pinchamos en la parte más alta y gruesa con un palito fino o un cuchillo; si sale totalmente limpio, está listo; si no, le falta cocción.
(Si utilizas otro tipo de molde, por ejemplo la fuente honda de horno, el tiempo de cocción será diferente, porque la altura del bizcocho será menor; dale 30 minutos para empezar y luego ve comprobando si hace falta más)
5. Y ya está. Cuando esté listo, dejamos el bizcocho enfriar sobre una rejilla, para que no sude. Debería salir con facilidad del molde.
ACOMPAÑAMIENTO DE MANTEQUILLA
La mantequilla ha de ser salada, para que contraste con el dulzor del bizcocho, pero también se sirve a veces con crema de mantequilla de limón o de naranja. Por supuesto también podéis disfrutarlo solo, con queso de untar o como queráis, pero yo primero os cuento lo tradicional. Os pongo aquí la de naranja, pero el proceso para la de limón es el mismo:
- 100 g de mantequilla
- Ralladura de la piel de 1 naranja
- Un chorritín de zumo de naranja
1-2-3. Batimos la mantequilla para crear una crema; si está a temperatura ambiente, sobra con un tenedor. Mezclamos con la ralladura y un chorritín de nada del zumo de naranja y dejamos enfriar durante un mínimo de 30 minutos. Listo.
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