- 200 g de galletas integrales tipo digestive
- 70-90 g de mantequilla light
- 200 g de queso de untar light (tipo philadelphia)
- 400 g de leche condensada
- El zumo de 1 limón
- Meremelada light de frambuesa o fresa
- Opcional: 1 cucharada de sirope de agave/2 cucharadas de azúcar moreno
La preparación:
1. Trituramos las galletas. Con procesador lleva 2 segundos, pero si no, siempre se puede hacer a mano, sólo es un poco más entretenido.
2. Derretimos la mantequilla en el microondas, por ejemplo, o sobre el calor de un fogón, en la vitrocerámica, hasta que quede con textura de pomada.
3. Mezclamos las galletas trituradas con la mantequilla derretida.
3. Mezclamos las galletas trituradas con la mantequilla derretida.
4. Repartimos por el fondo de un molde desmontable y presionamos para que quede compacto.
5. En el vaso de la batidora, batimos el queso de untar y la leche condensada hasta que no queden grumos.
6. Exprimimos el limón, colamos el zumo y lo añadimos. Podemos añadir también una cucharada de sirope de agave o 2 de azúcar moreno, aunque personalmente creo que no hace falta. Todo el dulzor le viene de la leche condensada y la mermelada.
7. Repartimos la mezcla en el molde, sobre la galleta, y dejamos reposar en el congelador durante al menos 60 minutos.
8. Pasado ese tiempo, podemos desmoldar y cubrir con una capa de mermelada.
*Si la dejamos durante unas horas más en el congelador, se convierte en helado de tarta de queso y ¡está de muerte!
*Si la dejamos durante unas horas más en el congelador, se convierte en helado de tarta de queso y ¡está de muerte!
¡Buen provecho!
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Bergua*
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