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domingo, 20 de mayo de 2012

Nachos y guacamole


La receta de hoy no se encuentra tal vez entre las más ligeras ni es comida de diario, pero ya puestos a concedernos una indulgencia, hagámoslo de la manera más sana y menos artificial posible, es decir, nada de comprar guacamole o salsa para nachos, que la de casa está aún más buena ;) Así lo hago yo y rinde para 4 (o más, según cuanto coman):



    • 400 g de nachos (redondos o triangulares)
    • 300 g de queso cheddar rallado
    • 2-3 aguacates pequeños (¡maduros!)
    • 250 g de pechuga de pollo
    • 350 g de tomate triturado
    • 1 chorrito de limón
    • 6-7 jalapeños
    • 1 diente de ajo
    • Especias: pimienta negra, pimienta de cayena, orégano y albahaca. Mezcla de especias mexicana, que suele llevar: pimentón, ajo en polvo, comino, pimienta negra, pimienta de cayena, cebolla en polvo, tomate en polvo, salvia y orégano. No es ni mucho menos imprescindible que la mezcla sea esa; podéis buscar especias al gusto, pero esas son las que yo uso.



    La preparación:


    1. Cortamos la carne a taquitos no demasiado grandes y salpimentamos.

    2. Ponemos a fuego medio-alto sin aceite en una sartén antiadherente hasta que tomen color, sin cocinar del todo.

    3. Mientras tanto preparamos la salsa de tomate: Se lavan los tomates y se cortan en 4 trozos (para facilitar la trituración). Se echan al bote que utilicéis normalmente para batir, se añade el diente de ajo y se espolvorea con un puñadito de orégano, otro de albahaca y una pizca de pimienta negra. Batimos y ¡ya tenemos la salsa!



    4. Vamos con el guacamole: Se abren los aguacates por la mitad a lo largo y se saca el hueso. Con una cuchara se extrae la pulpa y se coloca en un plato llano para chafarla con un tenedor. Una vez listo el puré se añade un buen chorro de limón para que no se oxide y se ennegrezca, pero también para enriquecer el sabor. Finalmente se añade la mezcla de especias mexicanas y un poco de pimienta de cayena si lo queremos más picante. 
    ¡Al frigorífico con él!

    5. Una vez el pollo esté listo lo retiramos del fuego, que no se haga de más.

    6. Encendemos el horno a 150-160º.


    7. En un recipiente para horno vaciamos una de la bolsas de nachos hasta cubrir el fondo. Las podemos separar y "ordenar" con las manos si están demasiado montadas las unas sobre las otras.

    8. Después se "rocían" los nachos con la salsa de tomate (sin cubrirlos) y se reparte parte del pollo sobre ellos. Si queremos jalapeños, yo personalmente no uso las rodajas enteras, sino que las corto a trocitos y las reparto sobre los nachos. Finalmente se añade el queso.

    9. A continuación se repite el número 7 una vez y ya tenemos los dos pisos listos.

    10. Sólo queda dejarlo hornear durante 3-5 minutos. Servimos el guacamole en su cuenco y a disfrutar =)

    *Si se deciden hacer más de dos pisos, mi consejo es que se prepare la primera capa, se meta al horno 1 minutos, después de prepare la segunda, se meta otro minuto al horno y así sucesivamente. Cuando esté listo el último piso, se deja en el horno 2-3 minutos.


    ¡Buen provecho!

    Un buen bocado  ;)

    Lo dicho, no es un menú para cada día, pero va genial para un día excepcional, por ejemplo para una noche de película, en lugar de combinar cena y palomitas.



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    Bergua*



    2 comentarios:

    1. ¡Qué idea más buena la de la salsa casera! Da un toque muy especial a estos nachos y los aligera.
      Un receta muy rica, gracias. :)

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