Platos de pasta nos podemos inventar tantos como días tiene el año. Gracias a esta delicia para los amantes del queso, he sido testigo de cómo niños y mayores por igual devoran las espinacas, se relamen y piden más. El vikingo ni echó en falta la carne. Para 2 comensales:
- 250 g de tortellini frescos; pueden ser rellenos de espinacas, de queso, de jamón...
- Unos 100 g de espinacas baby frescas
- 12 tomates cherry
- 2 cebolletas
- 2 dientes de ajo
- 100 g de queso gorgonzola dulce
- Pimienta negra
- Aceite de oliva
- Opcional: 2 cucharadas de yogur griego natural
La preparación:
2. Cuando estén tiernos el ajo y la cebolleta, añadimos los tomatitos cherry lavados y cortados en mitades o cuartos.
3. Pasados un par de minutos, incorporamos las espinacas bien lavadas y mezclamos para que se impregnen del sabor.
4. Mientras tanto ponemos a hervir la pasta, que necesitará en torno a unos 3 minutos. Seguiremos las instrucciones del paquete.
5. También prepararemos los daditos de gorgonzola para tenerlos listos para añadir en cuanto sirvamos el resto.
5. Cuando la pasta esté lista, la añadimos a la sartén con el resto de ingredientes y, si queremos, por hacerlo más cremoso, un par de cucharadas de yogur griego natural. Mezclamos bien y servimos.
6. Sobre la pasta ya en el plato, distribuimos los daditos de gorgonzola, que se irán derritiendo.
¡Buen provecho!
Bergua*
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