Hoy en casa huele al Magreb otra vez. Desafortunadamente, mi tajín está en España en estos momentos, así que he tenido que improvisar y cocinar en una cazuela honda. El plato pierde encanto y se podría decir que estamos haciendo un estofado con sabores marroquíes, pero al comerlo se disfruta igual y no deja de ser un plato muy mediterráneo. Si no tenéis claro de qué hablo cuando digo "tajín" (o tagine) o cómo utilizar el recipiente de barro por primera vez, os recomiendo que os paséis por mi entrada Tajín de ternera ciruelas y almendras antes de empezar.
Allá vamos, como de costumbre, para 2:
- 50 ml de aceite de oliva (1/2 dl)
- 1 cebolla grande
- 1 pimiento (lo hubiera preferido verde por el color, pero sólo tenía rojos)
- 4 dientes de ajo
- 2 rodajitas de jengibre (se puede sustituir por jengibre en polvo)
- 300g de patatas
- 2 zanahorias
- Ralladura de la corteza de 1 limón (sustituye al limón confitado marroquí)
- 3 cucharaditas de tomate concentrado (también se puede usar tomate natural picado, unos 200g)
- Las especias habituales en un tajín: Mezcla ras el hanut, que cambia de tendero a tendero, pero suele llevar cardamomo, cúrcuma, comino, clavo... Además, esta vez he añadido el jenjibre (que puede ser fresco picado o en polvo), una pizca de tomillo, una cucharada de perejil, un toque de pimienta de cayena, otra pizca de curry, algo de pimentón dulce, sal y pimienta. Todo molido, claro.
- 3-5 hebras de azafrán o un toque de colorante alimentario
- 250 ml de agua tibia (más o menos un vaso)
- 1/2 pastilla de caldo concentrado de verduras
- 1 puñadito de semillas de sésamo
- 300g de gambas (yo he usado 200g de langostinos y 100g de camarones)
Elaboración:
- Se calienta el aceite en el tajín (o en este caso la cazuela) a fuego medio-alto.
- Se corta la cebolla en juliana, el jengibre picado finito, el pimiento en tiras como la cebolla o como yo, a tacos finos, y el ajo a rodajas si te gusta encontrártelas por el plato o picado finito si prefieres que pase desapercibido.
- Se añaden la cebolla, el ajo, el pimiento y el jenjibre al aceite y se deja cocinar hasta que la cebolla esté tierna.
- Entonces se añaden las patatas y las zanahorias cortadas a rodajas (de unos 2 cm de ancho) y se usa una cuchara de madera para mezclarlas con el resto de los ingredientes de la cazuela.
- A continuación se añaden el tomate y la ralladura de piel de limón, que yo utilizo porque por esta zona es imposible hacerse con el limón confitado que se usa en Marruecos. Se mezcla de nuevo.
- Ahora vienen todas las especias que hayamos decidido utilizar más el azafrán o colorante.
- Tras las especias se añade al guiso el vaso de agua tibia y la media pastilla de caldo. Se remueve todo, se prueba y se añaden sal y pimienta negra. Yo añado además un buen chorro de limón.
- Se tapa la cazuela o el tajín y se deja cocer a fuego medio hasta que la patata esté blanda. Esto puede llevar de 20 a 30 minutos, en función del tamaño de la patata, la cantidad de agua, la potencia... Es cuestión de ir probando y controlando para que no nos quedemos sin agua ni haya otros imprevistos.
9. Una vez están las patatas listas, se añaden las gambas (sin cabeza) y un puñadito de semillas de sésamo si queremos. Se deja cocinar durante 5-7 minutos, según el tamaño de las gambas.
Se puede decorar con aceitunas negras y rodajas o estrellas de limón.
El acompañamiento de las gambas pueden ser más verduras y sémola de cuscús o arroz incluso, en lugar de patatas.
El acompañamiento de las gambas pueden ser más verduras y sémola de cuscús o arroz incluso, en lugar de patatas.
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